lunes, 22 de diciembre de 2008

8 mil veces 8 mil

Estamos a 22 de diciembre y ya he celebrado tres navidades. La primera en mi casa con la familia de F y lo pasamos, in-cre-i-ble. Por Dios que nos reimos. Me caen tan bien.
Este año viajé a conce como un YO-YÓ. Pa acá, pa allá, pa acá de nuevo y pa allá otra vez. He ido a Viña dos veces este mes. Vi 8 mil casas. 8 mil departamentos. Escribí cien páginas de mi novela. Escribí un libro de cuentos. Me hice seis inseminaciones. Me hice 8 mil exámenes de sangre. 8 mil ecográfias. Fui a la CLC (Clínica acá en Santiago) alrededor de 8 mil veces también. Me hice amiga de gente nueva. Buenas, buenas amigas. Falleció mi ex marido y comencé a pensar todos los días que en cualquier momento alguien se puede morir. Y no paro de hacerlo. Este año le di 8 mil besos y 8 mil abrazos a mis sobrinas. Este año me peleé otras 8 mil veces con mi F y lo quiero cada día más. Y más y más. Este año me hice amiga de las hamburguesas y del té verde, tomándome 8 mil letros de él. Este año decidí que la próxima Navidad tal vez la quiero pasar en mi casa. O tal vez no. Este año chateé con mi amiga Pame 8 mil horas y hablamos siempre del mismo tema. Este 2009 es nuestro año, Pame !!!
Y bueno, este año escribí no sé cuántos post y estuve 8 mil veces a punto de cerrar este blog para no ventilar mi vida privada pero luego pienso que acá escribo puras cosas que no me importan ventilar porque lo privado privado, eso va en la novela que estoy escribiendo !!!
Feliz Navidad. Feliz cumpleaños del niño Jesús a todos. Este año pienso, por 8 mil vez consecutiva, que no hay fecha más complicada que la Navidad y el año nuevo.
Feliz 2009

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Buscando casa

Estoy buscando casa. He visto alrededor de 8 millones de ellas. Siempre, cuando las visito, pregunto de pura curiosa que soy, por qué la venden. Y adónde se cambian. Un día, interrogando como siempre al dueño, le pregunto por qué se van.
- Es que mi papá se murió hace unos meses atrás. Y mi mamá lo está viendo por todas partes. Dice que lo ve sentado en el living.
Después de tan brillante frase, continúa mostrándome el inmueble, como si nada. Y yo, escapando de la casa fantasma lo más rápido posible. Para nunca más volver a entrar.

Viendo otra casa que estaba cerca de un colegio que me gustaría para los hijos que voy a tener, le digo al corredor que me gusta el sector por la cercanía con él. Y que también, dentro de los otros colegios que tengo en mente para el futuro, está la Alianza Francesa (F estudió ahí y lo ama).
El corredor muy amablemente me dice que el colegio número uno es muy bueno pero la Alianza es muy malo pues los niños son en su mayoría hijos de padres separados y familias disfuncionales. Familias raras. Enredadas. Freaks. Casi tan freak como el mismo corredor.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Publicidad callejera

Domingo. Nueve de la noche. Veníamos de regreso de la casa de mis suegros. Un matrimonio muy buena onda. Simpáticos. Divertidos. Me caen muy bien. Pues veníamos de regreso de su casa y F me pregunta qué hay para comer. Yo le dije que nada. Que quería hacer tallarines con salsa de tomates. Qué más se puede hacer cuando no hay nada para comer? No sé. Yo siempre hago tallarines. Entonces F me dice que no quiere comer eso. Y yo le digo que se joda un poquito. Que entonces no come porque no se me ocurre nada más. Cuando de pronto veo una tremenda publicidad sobre mi cabeza. Con una hamburguesa jugosa. Tomate. Lechuga. Cebolla. Mmmmmm. Deliciosa. Y yo, la vegetariana, la que seguía una dieta alcalina de puras verduritas, digo: Quiero ir al McDonald. Dónde hay uno? Y entonces comenzó la odisea de encontrar un McD. Claro, porque nosotros nunca vamos. Cómo íbamos a saber? Y recorrimos todo Santiago hasta que pillamos uno. Me bajé corriendo. Hice una tremenda fila. Parece que todo el mundo andaba antojado. Luego de un rato, me subí al auto con mi bolsida que en su interior contenia dos hambuerguesas y papas fritas. Las comimos FE-LI-CES. Hacía alrededor de quince años que no pisaba un McD. Y x Dios que me gustó. Estaba increible. Miraba de reojo a F. Que se las da de vegetariano. Lo hubieran visto.
Lo que hace la publicidad.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Notable

Adoptar es algo muy muy lindo que no todo el mundo es capaz de hacerlo porque están los típicos prejuicios: que los genes de los papás biológicos, que de grandes se portan pésimo, que son poco menos que delincuentes, etc. Por ende, mejor que se queden los niños en los hogares de menores, sin familias y sin mucho futuro que digamos. Y, nosotros, los privilegiados, en nuestro burbujita.
Y, adoptar a un niño mayor y enfermo, es un acto de, yo diría, santidad. La familia que lo hace me parece de una elevación espiritual superior. Infinitamente superior. Y más aún, si es que no tienen muchos recursos, y todavía así, lo hacen. Yo lo encuentro admirable.

viernes, 21 de noviembre de 2008

the lion sleeps tonight

Baltimore. Verano del 2005. Calor. Mucho calor. A orillas de la bahía Cheasapeake. Había mucha humedad y mucha gente. De pronto paramos a escuchar un grupo de cinco adolescentes que hacían música con la boca y la nariz. Sin instrumentos. Tiene un nombre eso pero no sé cuál es.
Entonces nos sentamos en unos escalones a escuchar la canción. Muchos niños. Muchos colores. En el verano en EEUU la vida es al aire libre y la gente está casi siempre feliz. O, por lo menos, eso es lo que aparenta. Pura felicidad. Como en un constante parque de diversiones.
The lion sleeps tonight era el tema que interpretaron en esos minutos que nos paramos a escuchar. Y se me quedó grabado por siempre. Y cada vez que la escucho me acuerdo de esa tarde en la ciudad de Baltimore, estado de Maryland. A pocos kilómetros de Washington DC donde vivíamos.
Pura vida. Pura energía. Ahora, the lion sleeps tonight. And every night. Y yo acá, en Santiago de Chile, recordando esa canción y esa tarde perfecta.
Qué ganas de estar ahí!



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lunes, 10 de noviembre de 2008

Perrito

Quiero un perrito de orejas largas y nariz negra y helada. Un perrito que tenga sus patas gordas y sus cojinetes con olor a pasto y tierra. Un perrito que se meta a mi cama y durmamos la siesta abrazados. En la noche cada uno en su pieza !
Un perrito tricolor que me siga para todos lados y me espere afuera de la puerta del baño cuando me ducho. Quiero un perrito como el que yo tenía antes de irme a vivir a Estados Unidos con mi ex. Ayy cómo lo extrañé y cómo lloré cuando lo entregué a su familia que lo cuidó acá en Santiago. Ayy que mala me siento por haberlo dejado con esa familia que si bien lo quería mucho, yo, su mamá, lo abandoné y me fui a vivir a EEUU. Mi perrito era lo más tierno del mundo. Lo más lindo. Yo lo amaba y ahora cada vez que veo un perro me entra una ternura y una felicidad que siento que tener un perrito, por lo menos para mí, es como tomar un antidepresivo para cualquier otra persona. Me alegran la vida.
Mi perrito Gaspar me alegraba tanto la vida, pero yo no fui capaz de volver a vivir con él cuando volví a Chile y ahí quedó el pobre viviendo con su familia de intercambio. No me lo traje a vivir conmigo por diversas razones:
1. Porque mi ex no quería.
2. Porque nos fuimos a vivir a un depto y yo pensé que en depto iba a ser imposible vivir con él, por lo complicado del tema, de la caca, del pipi, de que se qeudara solo y llorara. (Sigo viviendo en depto y x eso no tengo otro cuadrúpedo).
Finalmente mi perrito se murió. De un infarto. Lo supe una tarde que lo llamé por teléfono para saber cómo estaba. Y me morí de la pena. Y lloré y lloré y me sentí pésimo por haberlo dejado botado.
Gaspi, mi querido, gaspi, me perdonas por haberte dejado solo??
te quiero mucho mucho mucho y siempre te voy a querer.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Mi sis

Esta noche quiero dedicarle este post a mi hermana. Porque la quiero mucho y vengo llegando de Concepción y ya la extraño demasiado!!!!!!!
Mi hermana tiene dos maravillas, como ya algunos de uds. saben, y son deliciosas. Cuando voy al sur, a ver a mi padre, estamos las cuatro para arriba y para abajo. No nos despegamos. Sólo para dormir. Almorzamos juntas, salimos a pasear, llevamos a las maravillas a lugares entretenidos, a comer helado, al campo que tenemos. Estoy enamorada de mi hermana y de mis maravillas preciosas y por eso amo ir a Concepción. Mi sis es mi única sis y siempre hemos sido muy amigas. De chicas jugábamos a las sillas musicales cuando veíamos tele. Con los comerciales cantados bailábamos. De grande me ha apoyado en cuanto desastre me ha ocurrido. Mi F me acompaña a conce y tb lo pasa muy bien con mi hermana y su familia lo cual a mi me encanta porque nunca me pone un problema ni se pone celoso y le encanta que yo comparta con ellos, lo cual a mi me encanta que sea así pues no me genera problemas y comparto con todos de la misma manera: feliz.
Mi hermana es muy sociable, tiene montones de amigas, es buena persona, buena mamá. No me gusta vivir 500 km alejada de ella pero como voy bastante a Concepción, se mitiga la distancia. Además con llamadas telefónicas diarias. En todo caso, ya le tengo dicho que cuando tenga mis mellizos (yo les digo mellizos, no es que esté embarazada de ellos pero ojalá vengan dos de una, aunque a estas alturas, lo que venga!!!), tiene que vivir en la misma ciudad que yo para que me ayude con mis maravillas.
Quiero mucho a mi sis, y por eso doy gracias a Dios de habernos reencarnados juntas en la misma familia !! Espero que sigamos siempre juntas x toda la eternidad.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Obama

50 years ago, they couldn't even seat on a bus. Only white people could. Remember Rosa Parks? 50 years ago they couldn't go to school together with white kids. They used to be slaves. And people used to treated them worst than a dog. Yesterday, a black man won the presidential elections in the US. What a great triumph for civil rights struggle!

50 años atrás no podían sentarse en un bus. Sólo los blancos podían. Se acuerda de Rosa Parks? 50 años atrás no podían ir al colegio con niños blancos. Fueron esclavos. Y la gente los trataba peor que a perros. Ayer, un hombre negro ganó las elecciones presidenciales en EEUU. Qué gran triunfo para la lucha por los derechos civiles!

domingo, 26 de octubre de 2008

No tolero

Hay cosas que simplemente no tolero. Y, cada vez con los años, tolero menos. Digamos que antes era más permisible. Y aguantaba más de lo que aguanto ahora. Hoy en día, con la sabiduria de mis años a cuesta, bueno, en realidad tampoco son tantos pero yo siento que sí he vivido harto más de lo que una persona vive a mi edad, puedo decir con total sinceridad que no tolero:
La gente mal intensionada, la que tira mierda con ventilador, sin importarle cómo te sientes y los efectos de sus palabras y sus hechos. La gente traidora, envidiosa, egoista. Los pelotudos que piensan que el centro del universon son ellos y ellos y nadie más que ellos. Los que se creen superiores, inmortales. Fantásticos. Los que hablan a gritos de cuánta plata tienen guardada en el banco y en el mercado de acciones. Discreción, gente por favor. Discreción !!!!!!!!!!! Agí está, justamente, el bueno gusto.
Los que se disfrazan de cristianos y van todos los domingos a golpearse el pecho a misa, luego, sacan una pata de la Iglesia y tratan mal al estacionador de autos, esconden el queso y el jamón y las demás cosas ricas de la empleada y hacen una diferencia abismante con la pobre mujer que de a cuatro patas refriega el piso de la cocina y saca la caca que sus patrones dejaron pegada en el escusado.
No tolero los nuevos ricos que te tiran el mega auto encima y a sus mujeres peliteñidas que andan con imitaciones de carteras de marca y los labios como congrio de tanto relleno que se pusieron y ni siquieran terminaron el colegio y no saben ni hablar bien.
No tolero la gente que en vez de hablar, grita. No soporto a las mujeres tipo Opus Dei, enteras cartuchas, que se ponen su collarcito de perla, no dicen garabato alguno, se espantan con la palabra pene y hablan con un tonito de voz que apenas se escucha y, con todo, ponen cara de espanto. Insoportable. No aguanto a la gente que aporta sólo con comentarios negativos que no te llevan a ninguna parte. Envidia pura. No me gusta, o más bien, no les creo, a los que circulan por la vida pretendiento que sus vidas son extremadamente perfectas y jamás nunca comentan algo malo. Todo tiene sus matices, por Dios santo gente, no es tan terrible contar lo malo, como también lo bueno. No les compro el cuento de la perfección. No soporto a los mentirosos. A los cínicos. A los escaladores. A los que viven de apariencias. A los que te dicen una cosa y después te dicen otra. A los que opinan de tu vida sin que nadie les haya pedido una opinión. A los amarretes con el dinero. Los que cuidan peso tras peso de una forma francamente demente. Buag...Me cargan. Todo tiene un punto medio !!
No tolero a los que se preocupan de una manera enfermiza y obsesiva del cuerpo, de las arrugas, de la guata, del trasero, de las uñas, de las tetas, acaso no se dan cuenta que al cruzar la calle los puede aplastar un camión y ahí quedaron, como un tomate podrido reventado en plena via pública?? Y el cultivo del alma que se desprende del cuerpo adónde quedó? Ya no hay tiempo pa echar pa atrás !

miércoles, 15 de octubre de 2008

Anillo

F me regaló un anillo!!!!!!! Será que me voy a casar de nuevo?????
Me lo regaló ayer mientras almorzábamos. Se paró de la mesa y dijo que iba por más sopa y yo pensé: mmm que raro, si no queda sopa, pero seguí comiendo. De repente iba a buscar los restos de la olla, total. Pero no, volvió con gran caja azul de anillo. Y yo, freezing. Como en las peliculas. Me quedé muy plop y abrí mi cajita. Es un lindo anillo. Lo amé. A los dos. Al anillo y a mi F. Ahora estoy escribiendo con mi anillo y lo observo a cada rato. La cosa es que con el anillo, la relación supuestamente se pone más seria. Más seria aún. Yo, el día que quede embarazada, le pongo fecha al gran evento gran. Por el momento, no tengo prisa en apurar el proceso. La primera vez que tomé la decisión suicida de contraer nupcias, no tuve tiempo para pensarlo. Es decir, no lo pensé nada. Me tiré a la piscina y punto. Pololeamos apenas 3 meses con mi ex, luego vivimos juntos x otros dos meses más y luego sonaron campanas de boda. Y claro, nos empezamos a conocer dentro de la institución misma. Ya casaditos. Oooooooooooooooooooops. Error.
Recomiendo, pensarlo mucho. Conocer mucho al individuo en cuestión. Analizarlo. Ojalá mandarlo al sicólogo para que lo evaluen.
Estar casado es una gran empresa y bastante dificil. Yo la encuentro casi imposible, pero con F hemos estado por dos años juntos. Justo dos ahora en octubre. Y viviendo juntos, un año y ocho meses (esa si que la pensé harto). Hemos pasado por todas las tormentas y temporales posibles y acá estamos, con anillo y todo !!! O sea, hemos sobrevivido de lo mejor. Y es que F es fiel. Es comprometido. Aguanta el hombre cuando los tiempos se ponen malos y feos. Es un hombre tan bueno y tan tierno. Me gusta él porque está conmigo en las buenas y en las malas. Y vaya que hemos tenido malas y me ha tenido que aguantar. Cuando murió mi ex marido. Uffffff. Y ahora con todo este tratamiento de fertilidad. Mi F ha tenido una paciencia pero increible. Lo admiro. Es mi héroe. Cuando mi papá estuvo mal y me acompañaba a conce y aguantaba mis ataques de estres. Que no son menores. Creanme. Yo soy bien bien nerviosa. Bieeeeeeeeeeeeen.
Yo con él me casaría. Ya tengo el anillo. Falta el hijo. Y de ahí, en serio. Yo me caso. Yo estoy dispuesta a tomar aquella decisión suicida de nuevo. Con él si. Con mi F, si que siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

sábado, 4 de octubre de 2008

Feliz cumple

Gracias x estar conmigo en las buenas y en las malas. Sobre todo en las malas porque es ahí cuando realmente vale. En las buenas, es facilito.
Gracias por aguantar mis pataletas y mi mal carácter, especialmente últimamente.
Gracias por ir conmigo a Concepción por querer a mi familia, sobre todo, por querer a mis sobrinas tanto como las quiero yo. Eso es impagable.
Gracias por tener un corazón tan grande, pero tan grande.
Gracias por haber aparecido en mi vida cuando yo pensé que realmente estaba muy jodida.
Gracias por tener tantas ganas de ser papá así como yo quiero ser mamá. Y esperar a este hijo (a) con las mismas ganas que lo espero yo.
Gracias por seguir este tortuoso camino de tratamiento de fertilidad conmigo. Y hacer todo lo que nos dice el doctor, no alegar y seguir adelante como soldado buscando nuestro objetivo final.
Gracias por que sé que vas a ser el mejor de todos los papás y sé que no me equivoqué ni un centímetro en haberte escogido a ti como el papá de mis hijos, porque van a tener el mejor de todos.
El que les va a enseñar a querer a la naturaleza, al planeta, a tener compasión x los que tienen menos y sufren, a alimentar el espiritu en vez del ego. Y, a ser el mejor médico de todos.
Gracias por acompañarme.
Gracias por quererme.
Gracias por preocuparte de mi. Incluso cuando soy realmente insoportable y no me soporto ni yo.
Gracias por ser un hombre tan bueno. Aunque a veces se te pasa la mano y te preocupas más del resto que de ti mismo. Pero es que eres tan bueno, que se te olvida que lo más importante eres tú.
Uff son tantas cosas más.
Feliz cumpleaños, F. Que este año sea el mejor de todos para ti.
:)

lunes, 29 de septiembre de 2008

Pruebas

Cuando fui a dar el examen de admisión para entrar al colegio alemán en Concepción, yo tenía cuatro años, o tal vez menos, y no abría la boca. Nada. Mutis. Ni para llorar. Yo en estado de congelamiento total. Freezing. Mi papá, estoico, con esta hija tan nerd, me llevó unas tres veces a dar el famoso examen. Hasta que lo di. Y creo que a punta de pitutos, porque el rector que me tomó el examen de admisión era cliente de mi papá, yo quedé en el colegio. Al principio me juntaba con un árbol porque mi personalidad no me daba para más. Luego, tuve amigos y un círculo social más o menos decente.
Y claro, como entré apitutada al colegio, el apitutamiento me pasó la cuenta y en octavo básico me echaron de una patada en el trasero del colegio. Me echaron porque me faltaron dos décimas para pasar una prueba maldita de gramática alemana. Ese año estudié como nunca con una señora alemana de unos 150 años pre segunda guerra mundial. La señora tipo señorita Rotenmayer me trataba de meter la materia en mi pobre cabeza de pollo de quince años. Los resultados: fuera del colegio.
Yo me deprimí. Y me sentí lo más tonta que había. Y pensé que el mundo se me venía abajo. Aunque tal vez, igual un poco feliz porque yo odiaba con el alma ese colegio torturador.
Pero, no todo fue tan malo. Porque llegué, apitutada también, obvio, porque al parecer todos los profes eran clientes de mi papá, a los SSCC. Y fui totalmente feliz. Fue trasladarse del invierno al paraiso en 5 segundos.
Cuando tenía 16 años postulé a un programa de intercambio para irme por seis meses a EEUU. Y justo justo ese año, postuló más gente de la que postulaba siempre. Por lo que, había que dejar a alguien afuera. Adivinen a quien dejaron afuera???? A mi!!!! Obvio! Patá en la raja, para afuera del grupo de seis meses. Todos mis amigos, con los que habíamos soñado subirnos juntos al avión, partieron raudos a EEUU y yo, en conce city, entera deprimida. Yo consideraba que seis meses era un buen tiempo para irse a vivir fuera de Chile a tan corta edad, pero, postulé al programa de un año, para así no tener que esperar tanto tiempo para irme en el próximo programa de seis meses, y por un año me fui a vivir a Kansas City. Y lo pasé increible. Con una familia igual de increible. Y me di cuenta que fue lo mejor que me hubiera pasado. El que me hubieran dejado abajo sin mayores explicaciones.
Luego, para hacer la historia corta, a los 29 me casé. Feliz y toda ilusionadisima. Y nos juramos amor eterno. Pero, cuatro años después, mi marido armó maletas y se fue con camas y petacas y yo me quedé de una pieza. Helada como iceberg. Llorando como Magdalena. En mi pijama de ovejas que habiamos comprado juntos en Kmart. Afirmada contra la pared. A las 7 de la mañana. Sin saber qué hacer. Qué hacía una en esos casos? Seguía la vida? Pero, cóoooomo? Pensé que me moría. Así de corto se los digo. Pero, tiempo después, apareció F y me di cuenta que había vida después de la muerte. Y bastante óptima también y feliz feliz.
Esta mañana partí a la clinica feliz de la vida. Entera ilusionada para comenzar un nuevo tratamiento. Y vaya sorpresa que me dan: un lindo quiste en el lado izquierdo. Conclusión, no se puede comenzar el tratamiento. Tengo que tomar anticonceptivos y esperar que el quiste funcional famoso se deshaga. Casi me morí. F me estaba esperando abajo. Comiendo feliz de la vida. Y yo llegué con una cara de funeral que no me la podía. Casi me pongo a llorar. Entonces llegué a mi casa y me puse a escribir este post. Y pienso y miro para atrás y espero que esta historia termine tan bien como el resto de las que conté. Me imagino que alguien por ahí está probando mi paciencia. Porque nunca tuve demasiada. Pero ahora si la tengo. Y voy a seguir en esto con mucha paciencia y obstinación. Aunque aparezcan quistes, aunque me tome tiempo, aunque me usen el nombre sin consideración alguna, incluso, con estas circunstancias que me han tocado.
Así es que, hija mia, a ti te dedico este post, y te pido por favor, una vez más, que comuniques por allá arriba donde estás, que ya no me hagan esperar tanto. Y también te pido a ti A, que te fuiste antes que yo, por favor, intenta interceder en esta causa. Si es que se puede, claro. Porque tampoco estoy muy segura si es que puedes interceder. Una vez me dijeron que tú no intercederías por mi porque cuando estabas en este plano terminamos sin hablarnos si quiera. Y nada que ver nosotros dos. Pero yo sé que donde tú estás, el amor trasciende a cualquier tema terrenal que tuvimos acá. Eso me lo dijo F ayer. Y yo a F le creo.
A seguir sorteando pruebas...ufffffffffffffffffff

viernes, 26 de septiembre de 2008

Detox

Para el 18 fui a Concepción y me comí aproximadamente un corral entero de vacas. Pobres vacas. Me las devoré. Al igual que los pollos del otro día. No hay nada que hacer conmigo. Me he convertido en una carnivora. Antes, no comía nada de carne. Pero naaaada. Ni siquiera la carne camuflada que viene adentro de una lasaña. Tampoco comía alimentos enlatados, ni tomaba bebidas gaseosas, ni nada que contuviera amarillo crepúsculo ni colorantes. También le hacía el quite al azúcar y a las harinas refinadas. En resumidas cuentas, era entera aburrida. Lamentablemente esta etapa de monje tibetano la viví en parte en EEUU por lo que no pude disfrutar como disfrutaría ahora esas comidas grasientas y exquisitas, carnes asadas y postres llenos de azúcar que pasaban por mi lado y yo con religiosa devoción rechazaba. Claro que de todos modos me comí toda los platos thai que pusieran al frente mio, asi como los 8 mil sushi rolls que ingerí y falafel sandwich que tarde por medio le compraba al señor de El Libano que tenía su mini tienda al frente de mi departamento.
Distinto fue cuando estuve de intercambio en Kansas City. Y yo tenía apenas 17 primaveras y engullí todo lo que me pusieron por delante. Lease: todo. No discriminaba. Engordé como nunca. Yo soy flaca y nunca engordo. Pero ese año viviendo con mis padres gringos que comían peor que Los Simpson, engordé como nunca. Tomaba desayuno a las 7 de la mañana. Cereales, pan, leche, donuts. Antes de entrar a clases de historia que era mi primera clase en el colegio -uno público que era mejor que cualquiera privado que haya acá en Chile. Cancha de tennis, piscina olimpica, golf, salas de video, cámaras de televisión, sala de radio. IN CRE I BLE- pasaba a la cafetería y me aperaba de snacks para sobrevivir hasta las doce del día hora del almuerzo y momento en que me devoraba una pizza, una hamburguesa, una coca cola y el resto del almuerzo de mis amigos. Lo mismo seguía haciendo durante el resto del día y del año: comer. Y, apenas pisé suelo chilenos al bajarme del avión, bajé inmediatamente esos kilos de más. Sin hacer dieta ni nada. Nuna he hecho una dieta en mi vida. Fue sólo el cambio de comida.
Años después me dio por no comer carne. Y me puse de lo más sana que hay. Aburrida. O como quieran llamarle. Ahora como de todo. O casi todo. Aunque a veces me viene la obsesión de monje tibetano nuevamente y me pongo a tomar litros de té verde. Porque por Dios que tomo té verde. F me odia de tanto té que tomo durante el día. Me mira con cara de: y a esta qué le pasa que circula todo el dia con un litro de té para acá y para allá. Para acá y para allá. Pero el pobre ya está acostumbrado a mirarme con esa cara últimamente porque mi carácter ha estado de lo más volatil.
El té verde forma parte de la dieta de desintoxicación que estoy haciendo producto de tanta pobre vaca que me comí. Por estos días estoy a punta de verduritas y té y verduritas y ensaladitas. Demasiado aburrido. Seguro me dura hasta mañana que es sábado. Aunque me imagino que, por lo menos, hará bien comer sano durante al menos 24 horas. Quién sabe.
Veamos hasta cuando me dura la dieta detox post 18. Por ahora voy a seguir viendo el Jetman. Yo estaba mirando el debate gringo pero F está obsesionado con ese señor que cruzó el canal de la mancha volando. Al más puro estilo pájaro. Y yo acá escribiendo este post. Cada loco con su tema.
Feliz primavera para todos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
:)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Nombre

Yo no tengo hijos. Pero tenía el nombre. El nombre escogido hacía mucho tiempo atrás. Yo fantaseaba con el nombre. Lo escribía y lo decía en voz alta. Y claro, la hija se ha demorado en llegar (porque es un nombre de mujer), y se ha demorado y se ha demorado. Y yo, con infinita paciencia que he tenido que aprender a cultivar, la espero. Porque sé que va a llegar.
Tengo dos amigas con las que seguíamos este tema del embarazo. Cada mes esperábamos juntas para saber si estábamos o no. Sufríamos, llorábamos y nos estresábamos. A veces, hasta nos reíamos. De la pura tensión supongo.
Y cada una de nosotras, también, tenía su nombre reservado. No teníamos hijos. Pero teníamos nombres. Y hablábamos de ellos. Como si hubieran existido.
Olivia era el mio. Todas sabían que ese era mi nombre. Digamos que teníamos un acuerdo tácito al respecto. Nadie tocaba el nombre de la otra.
Finalmente, una de estas amigas quedó embarazada primero. Y sorpresa, era mujer la criatura. Todas muy contentas aunque también bastante deprimida yo porque nada de nada, celebramos este embarazo comiendo sushi y observando la primera ecografía. Y el nombre que su madre tenía destinado para esta niñita de hacía tiempo ya, al padre, marido de mi amiga, no le gustó. Por lo que, sin dudarlo, comenzamos a buscarle nombres nuevos. Encontré muchos. Y se los mandé por mail. Pero, vaya que casualidad, me da la gran noticia, notición, que le va a poner a su hija Olivia porque a su marido le encanta el nombre y a ella, obvio, también. Le dije que no. Que por favor no lo usara. Pero ella, lógico, no se movió ni un centimetro de su decisión.
Entonces me puse a llorar. Y lloré practicamente una tarde entera. No podía parar. F me intentaba consolar. Y yo, dale que dale llorando.
Lloré porque ese era MI nombre. MI NOMBRE. La madre de la criatura x nacer, me dijo qeu daba lo mismo, que las dos se podían llamar igual y bla bla bla. Pero yo no he podido superarlo. Yo me muero de la pena y me duele en el alma, porque mi hija ya no se va a llamar Olivia. Porque su nombre se chacreó. Fue contaminado con malas vibras antes de nacer. Fue motivo de conflicto y yo ahora ya no le quiero poner así. Tal vez son las hormonas que me han puesto. Tal vez estoy demasiado sensible. Tal vez dé lo mismo. Pero a mi me hizo tremendamente mal que me hayan robado mi nombre que yo hasta cariño le tenía. Yo sé que no tengo la propiedad intelectual de aquel nombre, pero era un acuerdo implícito entre las tres.
Ay que pena me da, Olivia hija mia, ya no te llamarás así, pero por favor apúrate en venir que te estoy esperando, ahora con un nombre mucho más bonito y único. Ven rápido por favor antes que me sigan robando tu lindo nombre !!!!!

lunes, 8 de septiembre de 2008

Soy valiente

Me creo la muerte porque hoy por primera vez en mi vida me puse una inyección. En la panza. Me sentí increíble. Y me doy cuenta que la necesidad hace que uno pueda hacer las cosas que antes jamás pensó que podía hacer.
Resulta que F me las ponía. Pero hoy le dio con que la aguja no entraba y estaba mala. E intentó dos veces y no la pudo poner. Entonces le dije: pasa para acá, correte, déjame a mí....él se fue para otra pieza y zás, me la planté. La aguja entró enterita enterita. Fue raro. Desapareció en mi rollo. Y fue ahí cuando le tiré todo el liquido para adentro. Me dolió un poquito. Pero después me sentí excelente. Me sentí capaz de todo. Nunca tanto como para hacer un transplante de corazón, pero si me sentí bastante bien porque yo realmente pensé que no podía. Ni loca me la ponía yo.
Soy valiente. Me creo la muerte.
Ahora estoy más tranquila y programando mi viaje al sur. El viernes tenemos entradas para el Cirque du Solei y de ahí, para Conce los boletos. A descansar. Espero poder hacerlo porque entre tanta actividad social y familiar en conce city, a veces termino más cansada que acá en Santiago.
La semana pasada me vi casi enterita la convención republicana. Ahora todo el mundo sabe quien es Sarah Palin (la mujer que Mc Cain eligió como vicepresidenta). Antes no la conocía nadie. AHora la conoce todo el planeta. Pero todo. La Palin fue reina de belleza y sale a cazar alces en Alaska. Cómo alguien puede esconderse detrás de un árbol y dispararle a un pobre alce? x dios santo qué le pasa por la cabeza??? La Palin es miembro de la asociación del rifle. qué diablos es la asociación del rifle???? La Palin tiene un hijo de 19 años que por estos dias se va a Irak. Cómo alguien puede estar feliz y tranquila si su hijo se va a Irak????? La Palin ama la guerra y encuentra fantástico que EEUU esté en Irak. Ella lo encuentra casi orgásmico y considera que es practicamente una misión divina el ir a matar iraquies. Mc Cain basa su campaña en los años que estuvo prisionero en Vietnam.
Yo no entiendo nada. No entiendo a los republicanos. Y su manera tan bélica de pensar. Y sus guerras y su imagen cartuchenta que proyectan. Y la pobre hija de la Palin que tiene 17 años y está embarazada producto de su calentura de adolescente y la ponen en la convención con el novio extra niño que tiene que no supera los 18 años. Los ponen en exhibición para demostrar lo solida de su relacion que va directo al altar.
También me vi la convención demócrata. Obvio. Porque yo soy una hija adoptiva de ese pais y me interesa todo lo que ahi pasa. y Veo a Obama y su señora afro americana y sus niñitas afro americanas saludando felices a la multitud. Y me impacta cómo ese pais tremendamente racista ha avanzado tanto cuando hace cosa de 50 años atrás no dejaban a los pobres negros sentarse en las micros ni ir a clases con los blancos- de una pata en el trasero los sacaban de los lugares exclusivos para blancos. Recuerdo a Rosa Park que es como la madre de los derechos civiles. Corria el año 1955y ella, dignamente, y muy firme con sus ideas, no se quiso parar del bus en que viajaba para cederle el asiento a un white. Tremendo batahola que se armó. Dos años después, nueve estudiantes negros tuvieron que entrar al colegio resguardados por el mismisimo ejército para protegerlos de los insultos y los ataques de los white. Estaban recien adoptando la politica de mezclar a blancos con negros para estudiar.
Y aqui tenemos ahora a Obama, muy negro y muy guapo casi llegando a la mismisima casa blanca.
Tremendo avance.
En el día de tu cumpleaños, este post te lo regalo a ti. Con todo mi cariño. Todo todo. Y todo.

lunes, 1 de septiembre de 2008

desapego

Estuve en Concepción visitando a la familia y especialmente a las maravillas. Me tocaron dias de lluvia. Y cuando digo lluvia, creanme que fue asi: una lluvia intensa que, reconzco, me asustó. Es que realmente llovía como nunca. Casi se me cae el techo de tanta agua que golpeteaba sin parar. Pero a mi me encanta la lluvia. Me encanta el olor a tierra mojada. A pasto, a bosque que sólo allá puedo encontrar.
Los días en el sur, como siempre, se me pasaron volando. Mi maravilla mayor me abrazaba y me decía que no me volviera a Santiago. Que me qeudara un poco más. Y me quedé un poco más: cambié mi pasaje y en vez de regresar el jueves, regresé el sábado. Las maravillas están deliciosas. Para comerselas. Cómo las extraño cuando me voy. Me toma un par de días acostumbrarme a estar sin ellas.
Ya quiero volver. Ahora con mi F. A él le encanta ir a Concepción. Le encanta el campo y armar huertas. Comprar semillas. Podar las plantas. Rescatar a las abejitas de la piscina y hacer pebre con mucha cebolla.
Lo cierto es que ahora que estoy de vuelta en Santiago, he pensado mucho en el tema del desapego. Y creo que es algo que tengo que trabajar. Porque me cuesta mucho. Me cuesta, extraño y sufro. Siempre me ha pasado. Cuando viví en EEUU lo pasé increíble. Tuve amigas que hasta el día de hoy son mis mejores amigas. Viajé. Me metí en cuanta actividad encontré. Hice clases de español, cuide niños que eran unos monstruos, hice de chofer. Hice trabajos voluntarios para niños latinos que venian llegando a EEUU y me enamoré de uno gordito que se llamaba Alfredo y que no entendía ni jota de inglés. De español, más o menos no más.
Lo hubiera metido a la maleta y me lo hubiera traido conmigo.
Pero, a pesar de todo, extrañé. Será normal?
Cuando llegué a instalarme a Santiago, me costó un tiempo acostumbrarme a estar acá. Hasta que me acostumbré. Porque al final uno siempre se acostumbra. A menos que me vaya a vivir a Dubai, allá será más dificil o no?
En fin, así y todo, estoy traumada con el tema de la partida. De la muerte. Me trauma pensar que en cualquier minuto alguien que quiero ya no va a estar más acá. En este plano. Y me viene el pánico. Entonces, en ese momento de pánico, me voy derecho a leer mi libro de cabecera: el libro tibetano de la vida y de la muerte que tan atinadamente me lo regaló mi F en enero de este año. Y lo leo y lo leo y lo re leo. Tengo que encontrar una respuesta a tanta pregunta que tengo. Ahí la encuentro. Y me tranquilizo por un rato.
Después leo el diario y veo que nueve niñitas de 15 años se mataron en el norte en un accidente en bus. Y pienso en mis maravillas. Y pienso en mi hermana. Y pienso en la gente que quiero. Y me da terror. Pienso, también en la gente que ha partido, y me trauma también eso pues hay partidas que aún no me las creo.
Por lo que, nuevamente, entierro mi cabeza en mi libro. Y leo la parte del desapego. Y sé que lo tengo que practicar. Ya que pendemos de un hilo tan fino que en cualquier momento se puede cortar.
Y me repito esta frase una y otra vez: somos seres espirituales viviendo experiencias terrenales. Por un ratito no más.

domingo, 17 de agosto de 2008

Pollos

Decidí dejar de comer pollo. Decidí dejar de comerlo luego de ver un programa en la televisión donde mostraban cómo un señor en su granja de Nueva Orleans mataba sus pollos para después desplumarlos y comerciarlizarlos.
Al pollo lo metía en una especia de embudo de lata. Con las patas para arriba y la cabeza que le asomaba por abajo. Entones, rápidamente, para que no sufriera, le doblaba el pescuezo. Supuestamente, el plumifero moría instantaneamente. Pero yo vi cómo movia sus paptas. Y las movía. Y las movía. Como un plummifero desesperado. Agonizante. Fue tan fuerte que tuve que mirar para otro lado y entonces, decidí dejar de comer pollo.
No es que yo coma tanto. En mi casa jamás hago pollo y sólo lo como a veces cuando está metido en una empanada o en algún plato muy aliñado donde no se perciba su sabor a pescado.
Ayer salimos a almorzar con F. Y pedí una ensalada oriental en uno de estos típicos restoranes de comida gringa que son mi debilidad. Sin pollo, le dije a la mesera. Sin pollo, le repetí.
Al poco rato, llega mi ensalada decorada con grandes pedazos de pollo frito. Bien frito y crujiente. Entonces me echo un pedazo a la boca. Mmmmm, está rico el pollito, le digo a F. Después me echo el otro. Y así. En cuestión de minutos me lo devoré. Y la ensalada, intacta.
Qué poca fuerza de voluntad tengo. Pobres pollos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Fin de semana

Felipe está experto en poner inyecciones y yo estoy experta en hacer pescado frito. Ha sido una evolución lenta, pero exitosa. Me queda realmente bueno. Y lindo. El pescado queda de un color cafecito y crocante. No se deshace y de un sabor notable.
Miramos las olimpiadas. Comemos pescado frito. Miramos más olimpiadas. Y me dan ganas de ir a China. A HK. Donde fui cuando era chica, en el mismo viaje que hice a Japón. Pero no me acuerdo de mucho. Lamentable gasto económico. Algo me debe de haber quedado. Mi gusto tremendo por la cultura oriental tal vez.
En Santiago ha hecho frío este fin de semana. Ya quiero que se acabe el invierno. No como los chinos que se están muriendo de calor. Pero ya vendrá el invierno. Y se morirán de frío, mientras nosotros estemos acá chapoteando en el agua. Total, nada es eterno. Y todo cambia a cada rato. Qué mejor ejemplo que las estaciones?
El otro día vimos una de mis películas favoritas. Almost famous. Un chico aspirante a periodista de unos quince años que viaja con una banda de rock para hacerles una crónica. Buenísima. La vería una y mil veces más.
El otro día abrí la ventana de mi pieza y me encontré con un ejército de hormigas caminado por ella. Algunas entraron. Y no las quería matar. Desde qeu conocí a Felipe, cada día me atrevo menos a matar. Ni siquiera a una hormiga. Las arañas las metemos en un frasco de vidrio y las sacamos para afuera. Vivas. Obvio. Las abejas que caían en la piscina de mi campo el verano pasado, las rescataba con la malla para limpiar las hojas y las dejaba en recuperación sobre el pasto. No puedo matar bichos. Aunque si hubiera una plaga de ratones, sin duda contrataría alguien que los exterminara. Qué contradicción.
El aceite que me sobró del pescado frito del almuerzo de ayer lo puse en un frasco de vidrio, lo cerré bien cerrado y lo boté. Nunca hay que tirar el aceite que se usó x el lavaplatos. Nunca jamás.

viernes, 1 de agosto de 2008

Desde las alturas

Cuando vuelo, siento que allá arriba, suspendida en el aire, no pertenezco a lo que pasa allá abajo, en el mundo de los mortales. Los edificios, hasta los más grandes, se ven chiquitos. Parecen de mentira. Así también pasa con las luces, las calles y las carreteras. Para qué decir las casas. Parece que fueran de cartón. Y con una sola soplada, se fueran a derrumbar. Así como el cuento del Lobo y los tres chanchitos desobedientes. Todo parece de mentira y por un rato siento que no pertenezco a ese mundo que gira y gira sin parar. Estresado. Rápido. Lleno de problemas y cosas que hacer.
Entonces me pregunto si no es así como nos ven los que ya se han ido a un plano espiritual. Chicos. Como ridículas hormigas corriendo de un lado para otro. Preocupados de pagar las cuentas. De comprar una casa. De cambiar el auto. ¿Nos verán así?
Felipe me dijo que el otro día soñó con el perro de una amiga. Un perro que ya falleció. El perrito jugaba con sus patitas y las entrelazaba mientras caminaba. Feliz. Felipe me dijo que el sueño tenía un mensaje: nos preocupamos de demasiadas cosas que no tienen importancia. La vida es más simple de lo que parece. La vida puede llegar a ser un juego como el del perrito si así lo queremos. Una ilusión que dura un segundo.
Cuando me muera, sentiré que voy arriba de un avión mirando tranquilamente cómo todos circulan raudamente preocupados de tremendas tonteras?

viernes, 4 de julio de 2008

buenas noticias

Rescataron a Ingrid Betancourt. Me emocioné harto. Casi lloré. Tal vez son las hormonas. O tal vez es la pura y simple emoción de haber presenciado algo que, a ratos, pensé que ya no pasaría.
Esta semana, también, volvió mi amiga Marce a escribir en su blog.
Dos grandes razones para alegrarme en estos fríos días de invierno chileno.
Saludos, Marce.
Grande Ingrid. Tu fuerza me da fuerza a mi para darle pa'delante.
Me dan ganas de llorar de nuevo. Son las hormonas. Seguro que sí.

lunes, 23 de junio de 2008

Reportaje a Felipe









Este fin de semana salió publicado en la revista Paula el reportaje que le hice a Felipe. Es su historia. La historia que me inspiró para escribir el cuento con el que gané el concurso. Es una historia fuerte. Muy fuerte. Pero vale la pena escucharla. Leerla. Para darse cuenta que hay gente digna de ser admirada. Y ese es mi Felipe. Y por eso yo lo admiro. Por el gran corazón que tiene. Sin limites. Por su dedicación. Por su entrega. Porque nunca había conocido a alguien así. Doy las gracias a quien me lo haya puesto en mi camino. Fue él quien me ayudó a salir adelante cuando pensé que todo estaba realmente muy jodido.
En fin. ese es mi Felipe. Mi compañero en las buenas y en las malas. Y aquí va su reportaje. Porque se lo merece. Un reconocimiento a mi F, sus hermanos y su familia. Grande F.

Cuestión de genética

Nunca había oído hablar de la distrofia muscular. Hasta que conocí a Felipe Kohon y me contó la historia de sus dos hermanos muertos. Y de cómo pospuso su vida por ellos. Entonces sentí que su historia superaba a cualquier ficción y decidí convertirlo en el protagonista del relato con el que gané el concurso que todos los años organiza esta revista. Porque su vida da para un cuento. Ésta es su historia real.


Hasta que cumplió doce años, Felipe pensaba que la vida era perfecta: largos veraneos en Cachagua, tardes enteras de juegos con sus amigos de la calle Luis Pasteur y, por supuesto, sus cinco hermanos. Felipe contemplaba la naturaleza y se fascinaba con ella. Era su mundo. Un mundo completo. Hasta que, de un sopetón, se rompió.
“Una tarde, cuando volví del colegio, noté que algo raro pasaba. Mi hermana mayor había traído a la casa una revista que hablaba de la distrofia muscular. Junto al reportaje estaba la foto de un niño que padecía la enfermedad. Era igual que dos de mis hermanos, Luís Alberto, en ese entonces de 14 años y Juan Pablo, de cuatro, con las pantorrillas muy abultadas y el vientre un poco más salido que lo normal. Inmediatamente supe que algo terrible se nos venía encima. La foto no ofrecía duda porque, si bien yo sabía que algo tenían, no comprendía exactamente qué era, ni si era grave o no. En ese instante lo supe y todo cambió. Fue como si, de una patada, me hubieran echado del paraíso donde vivía”.
En cuestión de días, sus padres, aconsejados por el neurólogo que había visto a sus hermanos en Chile y que no había dado con un diagnóstico certero, pues muy poco se conocía de la enfermedad, volaron rumbo a Boston con ellos. Allá, en el Massachussets General Hospital, les confirmaron lo que ya sospechaban: distrofia muscular.
Felipe se quedó en Santiago junto a sus tres hermanas. No preguntó nada. Tenía miedo a la respuesta.
Cuando los padres y los dos hermanos regresaron a Santiago, la energía en la casa era completamente distinta. Una tremenda decepción se había apoderado de ella. Entonces le dijeron que efectivamente sus hermanos tenían la enfermedad de la revista, pero sólo en las piernas. A partir de ese momento, y por un buen tiempo, no se volvió a tocar el tema.


Viviendo con angustia

En menos de dos años, sin que nadie le dijera, Felipe concluyó que sus hermanos estaban condenados a morir. “Recuerdo el momento en que me di cuenta. Mi mamá estaba ayudando a Lucho a ponerse el uniforme. Entonces vi que él no podía enderezarse de la cama. Y supe que la enfermedad afectaba a todos los músculos del cuerpo y que mis hermanos se iban a morir. De chico me gustaron mucho las ciencias, me imagino que por eso pude concluir que morirían. Sus músculos irían perdiendo fuerza y el corazón, en algún momento, dejaría de funcionar”.
De ser un niño valiente, que se subía a lo alto del techo de la casa, escalaba cerros y árboles, Felipe comenzó a sentir miedo. Miedo a enfermarse. Miedo a morir. Todo lo comenzó a somatizar. Cuando entraba al laboratorio de biología de su colegio, la Alianza Francesa, y veía a la lombriz tenia en un frasco, pensaba que la tenía ahí, alojada en su organismo. Cuando se bañaba en el mar y sentía gorgoritos en la cabeza al sumergirse entre las olas, juraba que tenía un tumor cerebral y pensaba que, a duras penas y con suerte, llegaría vivo a marzo.
Al cumplir catorce años y para mitigar en cierta forma el dolor, sus padres decidieron llevar a los tres hermanos mayores –Luís Alberto, su hermana mayor y Felipe- a Europa. Una profunda felicidad se apoderó de él. Pensó en todo lo que conocería. Su padre le transmitía seguridad y poder. Junto a él, nada malo podía pasar.
Un frío intenso invadía las ciudades en el invierno europeo del 74. Fue ahí, arropado como esquimal, en un hotel de Ámsterdam lleno de grandes escaleras, donde Felipe vio a su hermano Lucho caerse. Luego, como si se tratara de una secuencia, las caídas se repitieron en cada lugar que visitaban: Madrid, Paris, Londres. Luís Alberto se caía porque había que caminar mucho. La enfermedad ya estaba avanzando y sus músculos habían perdido una parte importante de su capacidad. Una gran angustia se apoderó de Felipe y no pudo disfrutar el viaje como le hubiese gustado.
De vuelta en Santiago comenzó a sentir culpa de estar sano y la angustia ya no lo abandonó. “Una noche sentí que no podía respirar. Tuve miedo de asfixiarme. Mi madre me llevó de urgencia a la Clínica Alemana. El médico de turno, al darse cuenta de que yo no tenía nada físico, me derivó a un siquiatra, que en dos minutos supo lo que me pasaba. 'Lo que tiene este niño es pena, una gran pena', dijo. Lloré mucho y la sensación de ahogo desapareció. Estaba somatizando la distrofia muscular de mis hermanos”.

Derrotando a la muerte

Cuando cumplió veinte, Felipe ya había hecho de la enfermedad de sus hermanos su propia cruzada. Entre sus estudios de administración de empresas comenzó a investigar y profundizar sobre el tema. En términos médicos, los distintos tipos de distrofia muscular se caracterizan por la poca presencia de distrofina, proteína esencial para el mantenimiento y función de los músculos. Es una enfermedad hereditaria y aún no tiene cura. A veces, no hay antecedentes familiares, como en el caso de esta familia, en que el cromosoma X, que traspasa la madre, sufrió algún tipo de mutación y generó esta enfermedad genética que ataca a los hombres pues las mujeres, al tener dos cromosomas X pueden compensar uno enferma con uno sano. En el caso de Felipe, la suerte y las probabilidades le dieron el cromosoma sano, a diferencia de sus hermanos que recibieron uno mutado. Todo esto me lo explica mientras extrae una carpeta donde ha ido acumulando todo lo referente a la enfermedad.
De tanto que buscó información con médicos extranjeros aprendió a hablar inglés de corrido y aprendió de cardiopatías, alteraciones genéticas, fármacos y efectos secundarios. Más de alguna vez han creído que es doctor. Durante mucho tiempo, leía libros de medicina, llamaba a profesionales extranjeros para averiguar si había algún avance en el tratamiento de la distrofia, se contactaba con kinesiólogos e indagaba en la medicina alternativa, hasta que llegó donde el doctor Pedro Silva, neurólogo de la Universidad de Chile pero que ha dedicado su vida a la medicina naturista, con quien trabajó codo a codo para paliar los síntomas de la enfermedad. Fue así como inventaron un tratamiento con burbujas de aire dentro de una tina para aliviar el trabajo cardiaco y darle un descanso al corazón ya que el las burbujas estimulan la circulación sanguínea y el cuerpo en el agua es más liviano. Fue en aquella tina donde sus hermanos experimentaron horas de alegría y descanso. Felipe quería derrotar a la muerte. Por ellos y por él.
Juan Pablo –Pampi- era el menor y al que más rápido le avanzaba la distrofia. Sus músculos respondían cada vez menos y cuando cumplió 15 años tenía que andar con muletas, la antesala a la silla de ruedas que no tardó en llegar. Para los dos hermanos enfermos.
“Al Pampi a veces lo iba a dejar y a buscar al colegio. Le abría la puerta del auto y él, con mucho esfuerzo, se incorporaba para bajarse. De vez en cuando, lo acompañaba en su trayecto. En silencio. Sentía que cada uno de sus pasos era una conquista y un calvario. Era una sensación de Vía crucis. Cada paso me dolía a mí. Pensaba por qué él tenía que estar pasando por esa maldita enfermedad. Por qué, si era algo genético, yo estaba completamente sano. No encontraba explicación. Aún no la tengo. Fue una ruleta rusa”, me dice.
Luego me habla de esas noches eternas, en los últimos años, en la casa de sus padres, cuando dormía junto a Juan Pablo y lo vigilaba para que no se ahogara. Porque el corazón, al igual que los otros músculos, va perdiendo fuerza y no puede cumplir su función normalmente. Entonces, haciendo el mayor esfuerzo posible, el músculo cardíaco se agranda. Cuando esto ya no es suficiente, comienzan las arritmias, que generan edemas pulmonares. Esto era lo que, constantemente, ahogaba a Juan Pablo.
“La opción de dormir juntos la tomé yo debido a que era el que más entendía de medicina. Las decisiones tenían que ser rápidas y certeras. Muchas veces Pampi se despertaba y me decía que le faltaba el aire. En cuestión de segundos yo tenía que decidir si le administraba un diurético para sacarle el líquido de los pulmones, llamaba a la Unidad Coronaria Móvil o partía directamente con él a la clínica. El mayor susto era equivocarme y que se muriera. Eran noches de estrés y adrenalina para la familia entera. Cuando pasaba la crisis, era feliz de nuevo y sentía que Dios había sido bueno con nosotros y que mi hermano era un héroe que había derrotado a la muerte una vez más”.
A pesar de todo lo que les ocurría, Luis Alberto y Juan Pablo eran alegres y tenían un montón de amigos, muchos de los cuales, Felipe heredó. “Pampi tenía alrededor de quince amigos, todos de su colegio, el Carmen Teresiano. Y tanto lo querían que se turnaban para cargarlo en andas, al punto de que Pampi casi no usaba la silla de ruedas”.
El verano del '91, recuerda, fue toda la familia a Pucón. Luís tenía 32 años y Juan Pablo, 21. Fue un verano inolvidable. “Mis hermanos eran seres iluminados. Nunca se quejaron ni se cuestionaron el por qué de su enfermedad. Su condición física no los disminuía. Eran hombres fuertes. Una vez a Lucho le cauterizaron una zona del corazón para disminuir sus arritmias. Durante el proceso, debía hablar mientras el médico le introducía un cable hasta la zona que iba a cauterizar. Sólo se le administraba un calmante pero era sin anestesia. No tenía susto y el dolor se lo aguantaba. Pampi era igual. Ese verano en Pucón, se le ocurrió que dejáramos rodar la silla de ruedas hasta el agua. Así fue a dar al lago y quedó flotando en la parte honda. Feliz. Otra vez en La Serena, Lucho también se metió al mar con la silla y se puso a flotar. Apenas se le veía la nariz y nos largamos a reír”.
Para mantener su autonomía, el padre de Felipe le trajo a su hijo mayor un auto desde Estados Unidos, adaptado para que pudiera frenar y acelerar sin pedales. A Juan Pablo le compró un auto en Chile y lo acondicionó con un dispositivo que importó, también de Estados Unidos, para que pudiera manejar como su hermano. De esa manera, pudieron viajar y trasladarse con sus amigos. Muchas veces fueron al sur y a la playa. Y conservaron la independencia, que era tan importante para ellos.


La partida

La experiencia más cercana que he tenido con la muerte se produjo hace dos meses cuando murió mi ex marido por un derrame cerebral. Una semana estuvo en coma. Una semana Felipe pasó largas noches en vela, investigando su condición en internet. Con calma, tomó mi mano nerviosa y me llevó a la clínica. Después, al funeral. Felipe lloró conmigo. Por alguien que nunca conoció. Y me enseñó algo tan simple pero que yo no había sido capaz de ver: la vida y la muerta van de la mano. “Tienes que aprender a vivir con este dolor”, me dijo. “Te vas a acostumbrar”. Me enseñó, también, a preocuparme de mis acciones, más que de cualquier otra cosa, y me regaló el Libro tibetano de la vida y de la muerte. El mismo libro que él leyó años atrás cuando falleció Lucho. Felipe me contuvo. Me calmó y me acompañó. Porque eso él lo hace muy bien, sobre todo, en los momentos límite, como aquellos que vivieron sus hermanos con la distrofia que se los llevó.
Juan Pablo murió de un paro cardiorrespiratorio, conectado a un respirador artificial. Durante unas vacaciones familiares en Marbella, en una clínica privada de Viña, hasta ahí lo llevaron luego de una nueva crisis. Era el verano del ’93 y tenía veintitrés años. Felipe todavía no comprende por qué alargaron su agonía durante un poco más de veinticuatro horas, conectado a esa máquina que, a su juicio, es horrorosa. Nadie entendía mucho de la enfermedad de su hermano en esa época. Incluso, recuerda, un médico le dijo que su hermano tal vez podía mejorarse. Él le creyó. Ahora se ríe de aquél doctor y su comentario.
“Con Pampi nunca hablé del momento de su partida. Con Lucho sí hablamos. Quedamos de acuerdo en que yo no permitiría que lo conectaran a nada”. Felipe cumplió.
Luis Alberto falleció ocho años después, igual que su hermano menor: debido a un paro cardiorrespiratorio. A los 42 años, en el dormitorio de su casa en Santiago. Sin máquinas, sin tubos. Con sus hermanos y sus padres. Así como Felipe se lo había prometido. Era junio del 2001.
“Ellos no le tenían miedo a la muerte. Todavía me cuesta mirar sus fotos. Todos los días me acuerdo de ellos. Y me pregunto dónde están”.

Lo haría de nuevo

Felipe siempre me cuenta de Lucho y de Pampi. De alguna manera, siento que los conozco. Y están presentes en la vida de él y de su familia. Así lo veo cuando cuentan sus historias y ríen, celebrando su vida.
Sin dudarlo, me dice que cuidaría a sus hermanos una y otra vez. “Nadie me pidió que lo hiciera. También estaban mis padres, mis hermanas y Pascual, la persona que llegó a la casa para ayudar a Lucho en los quehaceres diarios y que se convirtió en su gran amigo. Todos ayudaban. Yo hice mi parte porque así lo quise. El dolor de ellos fue mío, el miedo de ellos fue mi miedo y quise tomar un pedazo de ambas cruces y ayudarlos a cargarlas. El miedo lo manifesté durante mucho tiempo a través de ataques de pánico que ahora he aprendido a controlar”.
Mientras riega las plantas que ha hecho crecer en nuestro balcón, me confiesa que la compasión y el respeto, tanto por la gente como por el medio ambiente, es lo más importante para él. Felipe no tolera el plástico y siempre evita usarlo, adora hacer yoga y cuidar a los animales, cualquiera que éste sea. Aunque vegano no es, porque es capaz de comerse un kilo de queso al día. Al preguntarle qué fue lo que aprendió con la muerte de sus hermanos, sin dudarlo, me responde que a ser compasivo y tomar el dolor ajeno como propio. Después me dice que hay cosas de él que la gente todavía no entiende, como por ejemplo, que a los 46 años aún no se haya casado. “No pude estructurar un plan de ruta como lo hace todo el mundo: estudiar, trabajar, casarme a los treinta años y tener hijos. No pensaba en mí. No tenía planes para el futuro. Tuve varias pololas, pero al final se terminaban aburriendo porque mi vida giraba en torno a mis hermanos. Pero no me arrepiento. Ahora tengo tiempo para mí y para hacer lo que no hice antes”.
Al acompañar a Lucho en su lecho de muerte, Felipe pudo entender lo que leyó alguna vez en el Libro tibetano de la vida y de la muerte: que asistir a alguien en su muerte es darle amor y compasión. Se trata de hacer todo lo que esté en nosotros para aliviar el sufrimiento del otro. “La otra enseñanza que me queda es que hay que hacer algo para dar cabida a las familias que viven la distrofia muscular y enseñar de qué se trata esta enfermedad. Pienso que todos los integrantes de la familia necesitan un apoyo multidisciplinario. Es fundamental”, me dice Felipe. Y yo pienso que si no me hubieran invitado un domingo en la tarde que nada prometía a ese asado en la casa de una amiga, no lo hubiera conocido y estas líneas jamás hubieran sido escritas. En memoria de esos hermanos que no conocí. Y en reconocimiento a Felipe y a sus padres. Por su entereza, su fuerza y su gran amor.

sábado, 21 de junio de 2008

carpe diem

Anoche estaba haciendo zapping. Y me encontré con una película que no veía hace muchos años, pero fue mi película favorita en mi adolescencia. The dead poet society o la sociedad de los poetas muertos. Años después, casi veinte, mi padre gringo, Phil, todavía recuerda mi frase favorita de aquella época cuando yo estuve de intercambio por un año en su casa de Kansas City, Kansas: Carpe Diem.
Cuando hablé por teléfono la última vez con ellos, en enero de este año, me la recordó.
Y es que se nos olvida lo rápido que pasa todo esto. Lo cambiante que es. Lo fugaz de todo este cuento donde nos pusieron.
A veces se nos olivda, pero yo lo tengo muy presente, somos cadáveres andantes. Y nadie se salva de eso. Todos, absolutamente todos nos vamos a morir algún día. Tal vez la próxima señana, el otro año o en treinta años más. No nos damos cuenta. No nos gusta pensar en eso. Le hacemos el quite al tema. "Pobrecito que se murió", pensamos cuando alguien se va. Pero no captamos que ese pobrecito que se fue, el día de mañana vamos a ser nosotros. Y otra persona dirá, pobrecito...x nuestra partida. Y el mundo seguirá girando. Pero sin nosotros acá.
Yo lo pienso siempre y miro en la calle a todos caminar muy seguros de si mismo y pienso que son cadáveres, que son almas reencarnadas en ese cuerpo y que en cualquier momento, estarán tiesos como una piedra, fríos como un cubo de hielo. Muertos.
Esta película, con Ethan Hawke en su máximo estado de pureza y juventud y con Robbie Williams en un gran papel, como casi todos los que le conozco, habla de eso. Habla de la vida, de la muerte. De aprovechar cada día, de seguir nuestros ideales. De no seguir el rebaño sólo porque tiene que ser así. De ser distintos si así lo queremos. Lo que es normal para el vecino, no tiene que ser precisamente normal para mí.
Habla de lo transitorio que es todo este circo.
Como dice Felipe: todo esto es una ilusión. Y tal vez tenga razón.
Por lo menos, cuando yo no esté más acá, que no sé cuándo será, quedará este blog como recuerdo de mi pasado x esta tierra....quedarán mis cuentos...quedará el libro que estoy escribiendo....quedará el reportaje que le hice a Felipe y que salió hoy en la revista Paula....y quedarán, en términos biológicos, los hijos que voy a tener que serán, en cierta medida, una extensión de mi.
Quizás ahora plante un árbol.....

viernes, 13 de junio de 2008

Reflexiones

Hoy me hice terapia de imanes. Y quedé muerta de sueño. Tal vez son los imanes que están haciendo efecto. O tal vez soy yo que sólo tengo sueño. Porque siempre tengo sueño. Tampoco es la tremenda novedad. Sin embargo, nunca duermo en el día. Porque si lo hago, siento que estoy perdiendo el día. Y yo, si algo que no quiero, es perder mi día.
Estoy de vuelta en Santiago. Lo que significa que retomo mi novela. Fue bueno dejarla decantar. Porque ahora la reviso con otra perspectiva. Siempre es bueno dejar decantar las cosas y verlas desde otro ángulo.
También retomo el último libro que me compré. Uno de cuentos. De Raymond Carver. Que gracias a mi amigo y colega periodista y escritor Esteban, se ha vuelto mi favorito. Me encanta como escribe Carver. Al hueso. Sin rodeos. Sin clichés. Sin recovecos. Frases cortas. Que dicen mucho, pero sin decir nada. Interesante.
También estoy re-leyendo Tokio Blues. Gran libro. Lo releo para inspirarme en mi propio libro. Me encantó esa novela- por eso mi blog se llama Santiago blues, x si no se habían dado cuenta-. También me la recomendó Esteban. Notable. Notable Esteban que tiene 24 años y ha leído más de lo que yo leído en toda mi vida, y notable el libro de Haruki Murakami. Y a veces, para inspirarme aún más, veo Lost in translation. O Perdidos en Tokio. Será que tengo algo con Japón?
Algún día pienso visitar ese país. Por segunda vez. Porque ya fui cuando tenía doce años. Fui con mi familia. Y recuerdo haber ido a Tokio Disneyland (sólo tenía doce años, no esperen más). También recuerdo los templos y los cucharones donde se tomaba agua de una fuente en esos mismos templos. Notable los japoneses. Tokio es increíble. Me impactó la comida. En esa época yo no conocía los sushi. Y la comida la encontré toda muy freak. Por lo que, obviamente, no comí nada.
Japón es un país al cual quiero volver. Pero ahora de grande. Allá tengo a mi amiga Takako. Gran amiga. Nos conocimos en St. Louis. Y todavía nos escribimos. La verdad es que mantengo contacto con todas mis grandes amigas que hice en Estados Unidos. Siempre. Algún día nos volveremos a ver. Tal vez en Tokio. Quién sabe. Lo cierto es que las extraño. Así como también extraño la ciudad de St. Louis. Y mi barrio en The Loop. Y el arco gigante que da la bienvenida al midwest. Y el señor libanés de al frente de mi departamento que vendía unos falafel sandwich deliciosos.
A Felipe no le gusta Estados Unidos. Él prefiere europa. Como estudió en la Alianza Francesa se cree francés. Aunque de francés no tiene nada! Ojalá algún día pueda ir con él y presentarle a mis padres de intercambio. Aunque tal vez me vengan a visitar a Chile este año. Ellos son mi familia extendida. Y nos llamamos por teléfono. Y nos mandamos mails y nos extrañamos.
Por mientras, mientras llegan los gringos, mientras voy a Tokio, mientras viajo a Paris con Felipe, voy a escribir mi novela. Aún no paso las ochenta páginas porque ha estado en pausa. Pero ahora me voy con todo. Porque tengo mucho que escribir. Mucho que contar.
Porque a veces, la realidad supera con creces la ficción.
Cambio y fuera.

martes, 10 de junio de 2008

otra vez en conce

Estoy en Concepción porque a mi papá lo operaron de nuevo. Y no sólo una vez si no que tres veces en menos de un mes. La primera operación fue a principios de mayo. Le pusieron una válvula en la cabeza. Y fue todo un éxito- o al menos eso fue lo que pensábamos- sin embargo, el éxito duró veinte días porque la válvula super ultra moderna, se echó a perder. Entonces mi papá se empezó a sentir mal y muy mal. Por lo que el doctor lo metió a pabellón de nuevo para destapar el líquido que se había acumulado y programar la válvula nuvamente. Al día siguiente se dieron cuenta que nada de esto había funcionado...por lo que....a pabellón de nuevo a sacarle la válvula y ponerle otra. En menos de 24 horas. Yo estaba en Santiago. Nerviosa que ni les cuento. Hasta que tomé un avión a Conce. Ya llevo cinco días acá y mi papá sigue en el hospital. Mejor ahora. Recuperándose. Al parecer lo dan de alta mañana. Si yo pudiera hacer algo más por él aparte de irlo a ver, lo haría. Pero no es mucho más lo que puedo hacer. Me produce impotencia ver a mi papá de 74 años enfermo y no poder ayudarlo más. Ver a los padres de uno envejecer y ponerse enfermos, es realmente muy pero muy triste. Por eso, lo único que me queda x hacer es darle mucho cariño que es lo que estoy haciendo y claro, un nieto. Eso me gustaría! Estamos haciendo todo lo posible para que venga rápido el angelito. Por mientras, disfruto y practico con mis sobrinas que están más deliciosas que nunca. Es un amor que siento x ellas que no podría explicarlo. Me supera!
De mi libro, ni hablar, con todo esto no he escrito ni una línea pero sí pienso en eso constantemente pues las ideas no paran. Casi siempre por las noches, cuando estoy a punto de dormir, comienza a funcionar la maquinita. Por lo menos, ya tengo varias cosas que contar en distintos capítulos. Es cosa de traspasarlas al papel. El libro va bien y es bueno dejarlo reposar. Lo estoy escribiendo con toda la energía. Así como escribí el cuento con el que gané el concurso. Mentalizada.
Yo me quedo en Concepción unos días más. Y estoy agotada. Porque es agotador cuando alguien de la familia se enferma. Al final todos terminan un poco enfermos.
Felipe, el santo, vino a acompañarme. Como él entiende tanto de medicina me gusta que me acompañe y hable con el doctor y haga todas las preguntas del caso. Hace ya casi dos años que nos conocemos y es increíble el vuelco que ha dado mi vida desde que mi ex se fue de la casa y lo conocí a él. Han pasado tantas cosas que el otro día hablaba con mi amiga Pía y nos preguntábamos que más nos podía pasar!!!! A ella le ocurrío algo parecido. Su ex marido falleció. Y cuando esto ocurrió yo no lo podía creer. Años después, se repitió la misma historia. Pero conmigo. La Pía tenía un foto de Juan en su casa. Y me hablaba mucho de él. Yo pensaba que estaba media loquita...jajajaj....Aunque con el tiempo comprendí que era normal. Yo tb tengo muchas fotos de mi ex marido. Y no hay día en que no me acuerde de él. Ni uno. Aprendí a perdonarlo. Desde que murió. Y a hacernos amigos nuevamente. Ya lo dije una vez, pero me ayudó mucho el libro que me regaló Felipe: el libro tibetano de la vida y de la muerte. Me ayudó para cuando murió Andrés. Y también ahora que mi papá está enfermo. Y para todo lo que me ha pasado después.
Cuando voy al hospital me acuerdo de él. Cuando operaron a mi papá me acordé de él. Cuando me operaron a mi me acordé muuucho de él. Cuando voy a la CLC me acuerdo muuuucho de él.
Así como mi amiga Pía tiene a Juan siempre presente.
Y también espero tener las mismas recompensas que la Pía ha tenido!!! Una cosa chiquitita y preciosa que lo veo siempre x camara web porque él es todo un italiano. Y de grande será un actor de tanto que lo ponen frente a la cámara!!!

sábado, 31 de mayo de 2008

La mala educación

Es bien sabido que la educación no va en la cantidad de fondos que se tiene en el banco, ni tampoco en el apellido ni en el barrio donde se vive. Ni para qué hablar del auto que se maneja y la ropa que uno se pone. No. La educación no pasa por ahí. La educación, me parece, pasa por ciertos detalles que hacen la diferencia. Y es en esos momentos, donde uno ve y conoce realmente a quien tiene al frente. Independiente del colegio donde se fue.
Había estado tranquila. Escribiendo mucho- ya llevo 80 páginas de mi novela lo cual me tiene muy feliz- y preocupada básicamente de terminarla pronto. Y de repente, apareció un familiar de mi ex marido para cobrarme una cuenta que, dicho sea de paso, está a nombre de mi ex. Este individuo está haciendo los trámites de la posesión efectiva, y para realizarlos, al parecer debe estar esta cuenta pagada. Pues bueno, la cuenta en cuestión está a nombre de mi ex y son alrededor de 30 mil pesos una y 17 mil pesos la otra (no más de cien dólares) y son referentes a las famosas autopistas que circundan Santiago. (Porque claro, como ahora hay que pagar para usar el auto y trasladarse x esta ciudad).
El auto que yo tengo en mi poder, antes lo usaba mi ex marido. Tiempo después que se fue de la casa, se lo pedí de vuelta. Y lo devolvio. Con el dispositivo incluido. El auto se fue después a Concepción y estuvo x mucho tiempo allá. Por lo tanto, no pasó por los pórticos donde cobran x circular. Después me lo traje de vuelta a Santiago y hace un tiempo que lo tengo acá. Sin embargo, las cuentas que me están cobrando, se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo atrás y por esa razón, yo le dije a este personaje, que me gustaría saber qué pasadas correspondían a mí para ver qué iba yo a pagar. Pues, sorpresa la mía. Este ex familiar mio me respondió un mail muy grosero que me dejó en estado de shock. Por lo que, sin dudarlo, decidí no contestarle más. Si lo hacía, esto se convertía en una bola de nieve y además, creo que hay que hacerse respetar. Y como no respondí, este individuo me mandó otro mail amenazándome con llevar el caso al juzgado de policía local (Qué cara pondría el juez al ver tan peculiar caso....?). Y como no le contesté, le mandó un correo electrónico a mi padre. (Yo ya lo había contado que mi padre había estado enfermo y lo habian operado, pero él, bah qué importa que el caballero esté mal, lo jodo no más por treinta mil pesos) y le escribió un tratado donde le decía que le depositara el dinero en su cuenta corriente.
Yo ya me imaginaba a mi papá de 74 años, convaleciente, partiendo a depositarle!!!
Finalmente, mi abogado se hizo cargo del tema y yo con él no me comunico más.
No estoy para este tipo de roterías. Además, el mail fue interceptado y no se lo pasaron pues comprendieron que sólo iba a provocar un ataque de ira por parte de mi padre sobre este individuo.
Lo que a mi me extraña es la actitud del ser humano. Que alguien que conocí tan bien y con quien jamás tuve un problema, haga este tipo de cosas.
Yo pienso que si tanto le apuraba tramitar la posision efectiva, debería de haber pagado y no haberme jodido a mi, ni menos haber sido irrespetuoso. Además, pienso en todo lo que mi papá nos ayudó, ayudó a mi ex. Todo lo que hizo. Todo lo que nos pagó. Yo le agradezco tanto todo eso que nos aportó. Porque vivimos como reyes gracias a él. Incluso, el auto en cuestión, el que tenía el Tag, se lo había comprado mi papá a él.
No me cabe en la cabeza que después de todo lo que ha pasado, después de todo lo que he sufrido por la muerte de mi ex marido, me vengan a joder a estas alturas del partido. Acaso no se dan cuenta que yo también lo pasé pésimo?
La educación, la mala educación, se ve reflejada en este tipo de actitudes. Francamente, uno nunca aprende a conocer a la gente.
Qué mala educación!!!

jueves, 22 de mayo de 2008

No es la única opción

Me puse a escribir una novela. Esto fue el lunes pasado. Y estoy bien contenta con lo que ha ido saliendo. Ya llevo 50 páginas. Todo un logro para tan pocos días de trabajo. Es que la cosa me fluye y la semana pasada, por día, estaba escribiendo algo así como 10 páginas. Esta semana con el feriado de por medio, he escrito poquisimo. Y ayer se nos echó a perder el pc y casi me muero. Estar sin computador es como estar sin agua o peor aún!!!!!!
El cuento es que la novela me tiene harto contenta y me hace pensar en eso todo el día. Para no pensar en otras cosas como por ejemplo: bebés!!
Resulta que, de un tiempo a esta parte, todas mis amigas están embarazadas. Pero que manía por Dios. Ni que se hubieran puesto de acuerdo. Y yo dale que dale intentándolo y volviéndolo a intentar y así pasan los meses. Frustrante! Estas otras, a la primera arremetida, quedan. Un nivel de fertilidad que yo no sé qué leche les dieron para tomar cuando eran chicas.
El otro día salió en el diario que las parejas que no tienen hijos son más felices que las que no los tienen. Yo no sé, pero me consta que se puede vivir perfectamente bien sin hijos y realizarse en distintos ámbitos así como lo estoy haciendo yo.
Yo estuve de intercambio en EEUU por un año y mis gorditos donde caí en Kansas City, Kansas, no tenían crios. Sólo tenían tres perros insoportables que se comían mis zapatos. Estos gringos, muy simpaticos ellos, intentaron sin resultados tener familia. Después de montones de tratamientos de fertilidad tiraron la esponja y me tuvieron a mi como premio de consuelo. Qué premio!!!!
Yo los conozco bien. Y los veo felices. Con un matrimonio sólido (ella era un monstruo con él eso si, pero él, nada. Ni se daba x aludido). Ahora cuando ya tienen sesenta años, compraron una casa en el lago. Se van todos los fines de semana para allá, invitan a amigos y lo pasan fantástico. Además, el hueco hijos se suple con los estudiantes extranjeros que tuvieron de intercambio (yo no fui la unica) y con ellos se divierten cuando tienen sed de parentela del tipo retoños.
Sobre todo ahora que algunos se han comenzado a reproducir, ellos son abuelos.
Yo pienso que de no tener hijos, me obsesionaría por ser una buena escritora y le dedicaría mi vida a ello. También me dedicaría a viajar, a conocer otros lugares donde nunca he ido y me muero por ir (China, Singapur, Japón,- fui cuando tenía 12 pero no recuerdo mucho- Thailandia, Marruecos, Seattle, Vancouver, uuff la lista es larga).
Los hijos son una opción pero tb la gama de opciones es amplia. Además, cuando pasan los 15 no te dan más bola y ahí quedaste sola de nuevo. Hasta que llegan los nietos.
Uno puede ser feliz de distintas maneras y pensar que uno va a ser feliz porque va a tener un hijo es cargarle demasiado la mata al pobre niño. Nadie puede sostener su felicidad en los niños que tenga. Eso es algo que he comprendido ahora en el último tiempo lo cual...me hace muy feliz...pues me libera un poco del estrés de quedar embarazada. Además, si es que no lo logro por esta manera y con la ayuda de los médicos de la clinica las condes (mi segundo hogar a estas alturas), adoptaré una criatura y le dedicaré mis libros a ella en un futuro cercano.
Por mientras yo sigo dale que dale dándole al teclado.

martes, 13 de mayo de 2008

Plástico

Felipe odia el plástico. No lo tolera. No lo aguanta. Yo, antes de conocerlo, jamás me puse a pensar en el plástico y el daño que le causaba a nuestro planeta. Ahora, con tanto que me lo repite, lo pienso y creo que la situación es preocupante. Además del plástico, con Felipe ahora pienso en los animales de la calle, en los perritos de Chaitén, en las construcciones descaradas de edificios de mil pisos y la destrucción de lindos barrios y casas antiguas....también me preocupo de no comer endulzantes artificiales ni colorantes, pero eso no me lo pegó Felipe, eso lo tenía de antes porque lo encuentro tóxico. Nadie puede comer algo que tiene amarillo crepúsculo y azul número no sé cuantito ...qué es eso??????
Hoy fui a comprarme dos sweaters para este invierno, que en Santiago casi no parece tal porque durante el día las temperaturas superan los 23 grados celsius y en las noches duermo con guatero. Como pueden ver, mucha diferencia entre día y noche.
En resumen, hoy mientras me compré la ropa me fijé especialmente de qué estaba consitutida y para darle el gusto a Felipe, compré sólo sweater que fueran de algodón o lana. Porque cómo reclama por mi ropa toda de plástico!!!
El mar, está LLENO de plástico. LLENO. Al año se producen diez millones de toneladas de plástico y el diez por ciento va al mar. A los peces y a la naturaleza marina. El plástico nos está matando. Si lanzamos una botella de plástico al mar, seguirá ahí hasta el año 2456. El plastico puede resistir cuatro siglos y medio sin degradarse.
Por otro lado, las tiendas y los supermercados deberían de atinar y dar bolsas de papel y NO de plástico porque la cantidad de bolsas que se acumulan x día es increible.
Voto por las bolsas de papel. Voto por las botellas de vidrio y NO voto por los pañales de tela porque cuando tenga bebé, ni loca voy a estar lavando pañales. ahí si que no tranzo!!!!

domingo, 4 de mayo de 2008

En Conce

Este post lo escribo desde el sur de Chile, desde mi conce natal. Llegué el martes pasado, es decir, llevo cinco días acá y estoy feliz. Claro, si no fuera porque llegué resfriada desde Santiago y he estado a punta de trio val. El bicho, santiaguino, no se me pasa, pero hoy creo que he andado mejor.
Vine a ver a mi papá porque lo van a operar. He estado mucho con él y también por supuesto con las maravillas y mi hermana. Pero este viaje es para acompañarlo a él por lo que hemos almorzado y comido juntos todos los días. Además en la casa lo atiendo y le llevo comida y todo tipo de cosas para que no se pare de la cama porque le cuesta mucho moverse. Pero, eso me hace feliz, el poder ayudarlo.
Felipe llegó el viernes de madrugada. Se vino manejando desde Stgo y llegó a las dos de la mañana para acompañarme estos días. Y estamos felices en Concepción. Amo mi ciudad y me viene una nostalgia terrible cada vez que vengo. Ese olorcito a chimenea, a leña, a invierno. El cielo azul. Lo verde por donde se mire. La tranquilidad que acá se respira. Nada que ver con la contaminación horrorosa del aire santiaguino, el cielo gris de smog, los tacos infernales, el ruido y la gente como demente circulando por la ciudad. Un espanto.
Ayer fuimos al campo. Los árboles estaban de todos los colores, amarillos, rojos, naranjos. Encendimos el fuego y estuvimos toda la tarde ahí. Delicioso.
Me quedo hasta el jueves. Hoy comencé mi tarea de estructurar una novela que pretendo empezar a escribir cuando llegue a la capital y terminarla para finales de junio. Dífícil misión. Pero como en Santi-asco tengo todo el tiempo del mundo, porque estoy sola-sola y mi trabajo es sentarme frente al pc y escribir, puedo hacerlo. Con mucha dedicación. Claro, Felipe vive en Stgo tb. Vive conmigo. Pero él hace sus cosas, su trabajo y yo si no estoy con él, estoy sola. Lo cual no me gusta mucho pero al menos, me da muchisimo tiempo para escribir.

jueves, 24 de abril de 2008

A favor o en contra? Si o no?

Uds piensan que la pastilla del día después es abortiva? Están a favor o en contra de la decisión del TC?
Complicado tema. Ni yo lo tengo muy claro. No sé. No sé y no sé.
Me confundo. Médicamente hablando, al parecer, no es abortiva. Valoricamente hablando, eso es cosa de cada uno. Super personal. En mi caso, después de todo lo que he leído pienso queeee...........

jueves, 10 de abril de 2008

Cocinando

Estoy dedicada a cocinar. Hoy hice una lasaña de berenjeas y luego con las que sobraron, hice berenjenas empanizadas. Quedaron deliciosas. El otro día hice un pollo que saqué de un libro de recetas de comida de Indonesia. Llevaba leche de coco, curry, cebolla de verdeo. Lo acompañé con un arroz aromatizado con coco y hierbas. Quedó todo exquisito. La comida de Indonesia es como la Thai. Al final, todo lleva leche de coco y curry y chao. Listo el plato. Deliciooooooooso.
La cosa es que no estoy en planes de instalar un restaurante, si no que cocinar me relaja muchisisisimo. Y como necesito desestresarme, me quedo en mi casa e intento salir lo mínimo. Máximo al supermercado. Que también me encanta. Estoy también, junto con cocinando como una demente (y Felipe feliz pues se come todo muy contento porque el problema de hambre no tiene!) estoy bombardeando a las editorias de ambas revistas para las cuales intento escribir. En una saldrá proximamente un reportaje escrito x mí. Eso es en mayo o junio. En la otra aún no escribo nada porque he prouesto sorrochocientos mil temas pero ya todos están hechos, o son fomes, o los hizo el vecino o no sé. Pero la editora es muy buena onda así es que me dice que tenga paciencia y no me desanime. Qué amor. Eso de: no te desanimes, me parece un detalle pero tan importante. Porque no hay nada más desanimante que mandar temas y tratar de entrar con algo y que te digan que no. Así es que bueno, x lo menos tengo esperanzas.
Y en eso me lo paso, cocinando y escribiendo y buscando temas y durmiendo. Todo esto debido al estrés que tengo por los motivos que ya he contado y tb por otros temas que me estresan. (Mi papá está enfermo y me preocupa mucho y otra cosa más que no contaré acá porque es muy freak). Considerando entonces mi nivel de neura, el lunes fui a una terapia de energía con el terapeuta que mi amiga ciber Polin me recomendó. El tipo me tuvo dos horas con imanes por todas partes, midiendome el pulso y conversando conmigo. Super sanador la verdad porque él es como sicologo ademas de todo. Al final de la sesión me mandó pa la casa con dos frasquitos de flores de bach. Las cuales me tomo con mucha fe y feliz porque me han dicho que hacen muy bien.
Ah! por si acaso, hace dos semanas atrás me operaron. Me hicieron una laparoscopia. Y fue muuuuuuuuuuy doloroso el proceso.
Mi doctor decidió que habia que hacerme una laparsocopia porque sospechaba que podia tener endometriosis. Cuento corto, me interné hace dos martes atrás y Felipe siempre conmigo. Yo estaba hiper nerviosa. Hiper. Pero bueno, me llevaron a pabellon, Feli me acompañó hasta donde pudo, le dio todas las instrucciones al anestesista para que no me matara y al doc para que no me sacara nada sin su consentimiento, y me metieron en el pabellon ese tan frio y desoladoooo. y bueno, yo miraba para todos lados como una loca, hasta uqe me pusieron mil cositas ricas de esas tipo ravotril, segun escuché y luego una mascarilla y chao. no me acuerdo de nada más. el anestesitas me dijo: esto es para que respires mejor y me planta la mascarilla. Pero no! Ahi iba la anestesia.
Me desperté post operacion super hiper adolorida. Me pusieron mucha morfina para el dolor, me llevaron a la pieza y me puse a vomitar y vomitar y vomitar. Que el mundo se va a acabar. Al dia sgte pa la casa. Adolorida. COmo si hubiera tenido cesarea pero nunca he tenido una pero me imagino que es asi el dolor mas o menos. Y los cuatros dias siguientes de terror. COn la laparoscopia te inflan la guata con C02 y no te lo sacan bien. Esas burbujitas te quedan dando vueltas y se van al diafragma. El dolor es tal que piensas que no peudes respiraaaaaaaaaar.
AL cuarto dia se me quitó. Hoy estoy bien. El doc dijo que sacó un polipo, un mioma y focos de endometriosis.....mmmmmm
Bueno, ahora me voy a cocinar! No mentira. Me voy a comer lo que he cocinado. La otra semana parto a conce por 4 dias a ver a mi papá.

domingo, 16 de marzo de 2008

Un nuevo post

He tenido el blog medio botado. Es que me fui a Concepción y he estado full time escribiendo un reportaje para la Paula. En eso se me pasan los días. En Conce lo pasé super bien. Y estuve con mis maravillas deliosas. Una tarde me llevé a la maravilla mayor al mall y ya somos como amiguis. Ya superó la etapa de bebé y está toda una niñita exquisita que hasta le gusta llevarme a ver ropa!!!!!
Llegué a Santiago como siempre llego: triste porque extraño mucho el sur, sus olores, su cielo y mi hermana, sobrinas y amigas. Además, he estado bien bajoneada porque el tema del embarazo no me ha resultado así es que pedí hora al doc para ver qué onda porque ya estoy más que cansada al ver que todos los meses no lo logro...es demasiado frustrante. Estoy tambien super mega vitaminizada, con vitamina E, vitamina C, levadura de cerveza, jalea real, y todo un tratamiento natural que me dio el doctor Pedro Silva experto en medicina natural. Así es que estoy atacando el tema por todos los frentes. Y comiendo muchas almendras, muchas nueces. En fin, todo lo que siento que me puede ayudar. Tomando mucho té verde, té de salvia, y té de rosa mosqueta.
Si alguien tiene algun datito más, o truquillo, bienvenido sea!
Además, estoy mentalizada para que sea ya, pues después de ver la película "The secret", donde sale que básicamente todo lo que uno piensa y le pide al universo, de manera positiva, se concreta. Ah! Y el martes voy a Santa Teresita con mi amiga Carla que está en las mismas. La pobre luego de varias IA logró quedar embarazada y cuando estaba apunto de tener a su hija, la guaguita falleció una semana antes de nacer!! fue horroroso pero ella con una fuerza y optimismo admirable ahora está de nuevo en tratamiento. Bueno, con ella vamos el martes.
Por estos dias, sólo tengo ganas de escribir y estar tranqui en mi casa. De salir, sólo al super y a comer sushi que me encanta. Felipe como siempre, se porta increible y me dice que no me estrese y que si no pasa nada, vamos y adoptamos al primogénito! Como si fuera tan fácil adoptar también! También lo considero una opcion, pero primero quiero intentarlo yo.
Y así está mi vida x estos días. Para semana santa quiero volver a conce. ahí veremos. segun lo que diga el doc. estas cosas son muy esclavizantes. por mientras, a escribir.
Ah! si se les ocurren temas para reportajes, bienvenidos sean también.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Qué aprendí

Este verano aprendí que lo único constante...es el cambio. Siempre.

viernes, 29 de febrero de 2008

venta de cuadros






Esto vendiendo cuadros. Son de la artista Gabriela Lecaros Miller y son al óleo.
Así es que, si les interesan, me mandan un mail.

Son muy lindos la verdad. A mi x lo menos me gustan mucho poruqe son alegres!!!!
Enjoy

martes, 26 de febrero de 2008

Se nos fue el verano




Y se nos va el verano. Qué rápido pasó. Atrás quedó la playa. Atrás quedaron las tardes en el campo con olor a eucaliptus y a pino. Ya estoy de vuelta en Santiago y siento que este verano fue bastante especial. Empezamos bien: gané el concurso de cuentos, me entregaron mi premio, comencé a escribir un libro de cuentos que ya estoy a punto de terminar. Todo iba bien. Estaba en Concepción, agarrándole el gustito al verano penquista que me gusta tanto. En eso estaba, cuando sucedió lo de Andrés. A finales de enero. Y ya nada fue igual. El veraneo se fue a último lugar y entré en un autismo que me duró hasta hace poco tiempo atrás.
Al verme tan afectada, Felipe me regaló El libro tibetano de la vida y de la muerte. Ahí lo tengo, en mi velador. Como si de una biblia se tratara.
El libro habla del desapego, de la compasión, del karma, de la reencarnación. Lo único constante, es el cambio. Nada más cierto que eso.
Me ha ayudado harto en comprender la muerte. Esa palabra que nadie quiere pronunciar pero que está a la vuelta de la esquina. Al final, es cosa de tiempo, porque cada uno de nosotros vamos para el mismo lado.
Pero bueno, mientras esperamos que nos llegue el momento de partir, el momento de dar el exámen de grado aquel. Porque Andrés ya lo dio. Andrés ya pasó por eso. Listo. Ya fue. Ya puede estar tranquilo. Ya sabe de lo que se trata. No hay más misterios. Nosotros acá, aún pensando qué es lo que hay "allá". Todavía esperando nuestro turno para dar el gran paso aquél.
Que curiosidad!!!!!!
Saliendo un poco del plano éste tan metafísico, ahora que está terminando este verano tan freak, me pongo de cabeza a escribir una novela. Esto será tipo mediados de marzo. De cabeza y full time. Tengo muchas ganas de empezarla. Tengo muchas ideas y ya la estoy escribiendo de manera mental. Como siempre lo hago antes de traspasar al papel.
Antes de comenzar a darle curso a mi libro, estoy disfrutando a mis sobrinitas maravillas. Ahora están en santiago y antes estuve con ellas en la playa y en conce. Acá pongo algunas fotos del veraneo de este año.

lunes, 18 de febrero de 2008

Submarino

El presidente George W. Bush justificó el uso de la técnico del submarino para interrogar. Técnica, dicho sea de paso, rechazada por todos los organismos internacionales defensores de los DDHH.

Tratado de Ginebra, dijo Bush. Qué es eso????

El submarino es sumergirle la cabeza en el agua a los tipos hasta llevarlos al borde del ahogamiento. A veces, con las manos atadas y una toalla o bolsa en la cabeza. Para aumentar la angustia, por supuesto.

Bush dice que esto no es tortura y amenazó, incluso, con vetar un proyecto del congreso de eeuu que busca frenar esta técnica.

Yo me pregunto:
Hasta cuando señor Bush????????????????

viernes, 15 de febrero de 2008

¿No será mucho?

Hoy en el diario leí esta noticia:
"Avión Airbus de príncipe saudí será bañado en oro y tendrá jacuzzi y cine".

El avión le costó 320 millones de dólares. El enchulamiento le va a costar 178 millones....me pregunto yo: no sabrá este señor que la mitad del planeta se muere de hambre...no tiene qué comer y vive en la pobreza más humillante????

Dato curioso: el jacuzzi tendrá sensores para que el agua no se desborde cuando pase por zonas de turbulencias mientras él chapotea feliz de la vida como pato en el agua.

Ojalá que el principe éste no se descreste por ahí ni choque con una montaña y se haga polvo mientras va arriba de su super Airbus A380, el avión comercial más grande y moderno del mundo...porque hay cosas que simplemente no se pueden comprar...

Qué falta de respeto hacia la humanidad!!!!!!!!!!!!!

jueves, 7 de febrero de 2008

Entrevista

Esta entrevista salió publicada en el Diario Austral el fin de semana pasado. Me la hizo un periodista muy agradable que se llama Mario Rodriguez. Acá va el texto. Enjoy.


"Es el gran empujón que estaba esperando"
Con el cuento "Cuestión de Genética", de Constanza Díaz, aparece una de las narradoras "chilensis" más interesantes del último tiempo.



Los personajes de "Cuestión de Genética", (Editorial Alfaguara, 2007), de Constanza Díaz Hauser, -Concepción, 1973-, se ven envueltos en situaciones límites que le dan un vuelco inesperado a sus existencias. "Así es la vida, dura, llena de sorpresas con pequeños momentos de felicidad", precisa Constanza durante la conversación que sostuvo con El Diario Austral de La Araucanía en su departamento en el sector oriente de la capital.

Con "Cuestión de Genética", Constanza recientemente se adjudicó el Concurso de Cuentos Paula, 2007. "Es un respaldo significativo para mí, es el gran empujón que estaba esperando, porque pienso dedicarme exclusivamente a escribir". Titulada de periodista en la Universidad del Desarrollo de Concepción desde siempre supo de su veta como escritora… "Es verdad, desde pequeña supe que sería escritora y hoy resulta emocionante ver el título de mi cuento en la portada de un libro", dice.

UNA EXPERIENCIA

FUNDAMENTAL

- Constanza, uno de los personajes del cuento abandona todo en la vida para dedicarse completamente a cuidar a su hermano postrado y cercano a la muerte por una distrofia.

- "Es una historia real, dolorosa y muy cercana… Naturalmente la he 'maquillado' y ha pasado por el proceso de creación que disfraza la realidad… Pero de fondo, es una vivencia real que conozco muy bien". Formada en los talleres de los escritores Sergio Gómez y Luis López Aliaga, en una época viajaba permanentemente a Santiago. "Los talleres fueron para mí una experiencia fundamental y creo que hay en mi escritura un antes y un después de asistir a los de Luis López Aliaga".

- Usted señala que "Cuestión de Genética" es una historia muy cercana…

- "Claro que lo es. En realidad, el tema surgió por la historia de mi novio, Felipe. Él me inspiró pues tuvo dos hermanos que murieron de distrofia muscular y él los cuidó hasta el último de sus días. La historia me parece admirable y por eso la escribí y le dediqué el cuento a él… Las paradojas de la vida hicieron que los hermanos hombres de Felipe padecieran el mal, pero las mujeres lo tienen dormido. Sin embargo, Felipe, no lo padece".

- ¿Escribió especialmente el cuento para el concurso?

- "Lo escribí especialmente para el concurso. Pensando en ganarlo. Le puse todas mis ganas y lo trabajé al máximo. Necesitaba ganar algo importante para darme a conocer"…

- ¿Por qué necesitaba tanto ganar?

- "Creo que la historia es muy hermosa, la siento muy cercana. Además, en Chile es muy difícil publicar y hacerse conocida como escritora. Espero que me abra puertas y me ayude a realizar mi proyecto profesional".

"CORRIJO MUCHO"

- Constanza, ¿cómo trabaja los textos?

- "Primero pienso el tema. Lo pienso antes de dormir, en la ducha, mientras manejo. Estoy mucho tiempo en eso. Luego lo traspaso al papel. Y escribo en soledad sin que nadie me interrumpa. Trabajo mucho los textos, corrijo, edito. Los leo y releo. Soy muy perfeccionista. Escribo durante el día. Cuando estoy sola. No soy buena para trabajar de noche, pero siempre estoy conectada con lo que estoy escribiendo".

- Sería interesante conocer la metodología del trabajo del taller de Luis López Aliaga.

- "Se leen los textos que uno tiene y también el de los compañeros y Lucho hace una crítica profunda de ellos. Enseña a pulir la pluma. Fue un gran taller: que marcó un antes y un después en mi carrera. Feliz de haberlo integrado. Me ayudó mucho. Lucho es un gran maestro y escritor. También leemos cuentos de otros escritores. Aprendemos a hacer buenos diálogos, a no caer en la redundancia".

- ¿Qué está escribiendo en este momento?

- "En estos momentos estoy sumida en un libro de cuentos que pienso publicar en el primer semestre de este año. Además, estoy trabajando en una novela".

- Usted es viajera y tuvo un viaje de intercambio a Estados Unidos muy significativo…

- "Ciertamente. Fue una experiencia linda, conocí a gente extraordinaria en Kansas. Hasta el día de hoy seguimos en contacto. Fue un viaje que me abrió mundo, aprendí a hablar el inglés de manera fluida, me relacioné con gente de todas partes del mundo. Fue una experiencia única que se la recomiendo a cualquier adolescente".

En alguna parte, Constanza escribió recientemente: "A veces, la vida duele tanto que te dan ganas de parar. De esconder tu cabeza y dejar que todo pase. De despertar un día y pensar que todo fue una pesadilla. A veces, la vida cuesta tanto que piensas que no te la puedes. Que te quedó grande todo esto. Que es mucho para ti".

La miro esperando una respuesta. "En realidad, creo que es así. Caminamos todos sobre cáscaras de huevo que en cualquier momento... chao pescado".

Es que junto con este triunfo literario, Constanza lleva una pena profunda: la reciente muerte de su ex esposo luego de un fulminante derrame cerebral… "Estoy escribiendo algo en memoria de él", nos dice casi al despedirnos.


Por Mario

Rodríguez Órdenes

sábado, 2 de febrero de 2008

Un poco autista

Desde la muerte de Andrés, he estado un poco autista. Me he quedado mucho en mi departamento, no he hablado con muchas amigas y he salido muy muy poco. Con la única persona que he querido hablar y estar ha sido con Felipe. Yo no sé cómo me ha aguantado. Los primeros días estuve todos los días llora que llora. Lloraba por todo. Me metía al computador, veía las fotos que aún tengo, leía sus cuentos y me venía una pena enorme. Pero realmente enorme. Felipe no sabía qué hacer por mí, Hasta que el domingo en la noche, le leo un mail que mandaron los amigos que Andrés hizo en Estados Unidos, y Felipe se larga a llorar también. Le pregunté si lloraba por sus hermanos mnuertos, pero me dijo que no. Me dijo que lloraba por Andrés. Dijo que esto le había tocado mucho y que no podía comprender cómo un hombre tan joven, tan lleno de vida, tan querido por todo el mundo. Alguien que no tenía miedo y era un lider innato se hubiera ido. Entonces mi Felipón derramó sus lagrimones. Me imagino que ya contagiando con tanta pena mía. Con tanta cosa que le he dicho. Tanto recuerdo que he sacado a flote. El pobre ya no dio más.
El día del funeral, me acompañó estoico, siempre a mi lado, mientras yo, obviamente, como un estropajo. No podía aceptar lo que estaba pasando en ese momento. Fue una situación rarisima pues yo era la ex sra. y Andrés ya había hecho que rato su vida y tenía nueva pareja y todo. Pero la verdad, no me importó nada. No me importó ella, ni la familia de Andrés que apenas me saludó y sería ni nada de nada. No me importó nadie. Yo fui a despedirme de él, a rezar por él a decirle que, a pesar de todo, lo quería mucho y quería que estuviera bien y en paz.
Esa mañana estuve muy mal. Pero muy mal. Aunque no tanto como en la tarde cuando llegué a la casa. Pésimo. Me preguntaron por ahí si todavía estaba enamorada de él, la verdad creo no estarlo. Es decir, no lo estoy. Pero esos días fueron de muchas emociones, muchos recuerdos. Como que todo volvío a revivir en mi. Todo lo bueno vino en cuestión de segundos a mi memoria. Lo quise mucho y, como dije antes, tuve que dejar de quererlo a la fuerza porque él se fue. No fui yo, fue él. Entonces, claro, esos sentimiento que tapé, afloraron en toda su expresión.
Estoy enamorada de Felipe. Yo estoy con él ahora. Él es mi presente y mi futuro. A Andrés lo he llorado por lo que fue, por lo que tuvimos, porque me invade una pena enorme porque se fue tan joven y tan sorpresivamente. Pero hace tiempo no lo veía, hacía tiempo había dejado de ser parte de mí. AHora, claro, todos los días lo recuerdo. Todos los días le hablo. Ayer fuimos a un matrimonio de una de mis mejores amigas. Una semana justa después de su funeral. El matrimonio fue en la misma Iglesia donde fue el funeral. Qué cosa tan rara....como dijo Felipe, tu vida es realmente la de un escritor...
Durante la misa de ayer, no pude parar de pensar en él en toda la noche. Lo veía entre nosotros, con terno, escuchando al cura, luego veía el ataúd, luego le hablaba...
Después en la fiesta, la primera canción que tocan: "El galeón español"...la canción favorita de Andrés de los matrimonios. El decía que no podia haber fiesta sin "Galeón español".
Y de nuevo, no puedo creerlo qeu ya no esté.
Ahora, Felipe dice que es nuestro "ángelito". De todo lo que lo pelé en vida, pasó a ser angelito. Ayer estaba probándose corbatas y me preguntó si no tenía más. Yo le dijo que no. Que de adonde iba a tener corbatas. Y Felipe me dice:
- No sé...tal vez de....de....de nuestro "ángel"...
Lo encontré tan tierno. Y bueno, ojalá tenga razón y ojalá Andrés pueda interceder por nosotros y cuidarnos desde adonde está.
No estoy segura si los que se van pueden hacer eso, pero me gustaría pensar así.
Así es que, Andrecito, porfis, no te olvides de nosotros.
Y bueno, los días pasan y hay uqe vivir con la muerte y la vida y vivirla no más porque no queda otra. A veces pienso para que ponerle tanto si en cualquier momento te revientas y te despachas....
Durante la semana escribí un cuento en memoria de Andrés. Humildemente, creo que me quedó bien lindo, lo iba a poner acá pero me arrepentí. Lo voy a poner en mi libro de cuentos y en Internet uno nunca sabe qué puede pasar y eso de la propiedad intelectual, bueno, no estoy dispuesta a que me lo plageen.
Estoy saliendo de mi autismo de a poco. Ahora me voy a Concepción y después a San ALfonso del Mar con mi hermana, Felipe y familia de hermana.
Me ha llamado y escrito mucha gente. Amigos con los que no hablaba hacía mucho tiempo. Es increíble como se preocupan por uno pese a la distancia y al tiempo. Lo agradezco. Me gustó.
En este momento, no tengo muchas ganas de ir a ninguna parte. Y me quedaría en mi casa. Escribiendo y trabajando en mi libro de cuentos. Y descansando porque estoy agotada. Durmiendo.
Aunque sé que ya me van a dar ganas. Es más, ya me están dando.