sábado, 26 de enero de 2008

Andrés Pacheco Gallardo


A veces, la vida duele tanto que te dan ganas de parar. De esconder tu cabeza y dejar que todo pase. De despertar un dia y pensar que todo fue una pesadilla. A veces, la vida cuesta tanto que piensas que no te la puedes. Que te quedó grande todo esto. Que es mucho para ti.
El día jueves 24 de enero a eso de las ocho de la mañana se fue mi ex marido, Andrés Pacheco Gallardo. Mientras escribo estas líneas me dan ganas de llorar. De nuevo. Porque no me lo puedo creer. Y tampoco he parado de llorar. No comprendo que Andrés ya no esté con nosotros. Un hombre de 36 años, lleno, pero lleno de vida y proyectos, de alegría, de ganas de hacer cosas. Un hombre grandote de un metro noventa y dos, fuerte como un roble, sano. Un abogado que estaba recién empezando una carrera en Santiago. Trabajando en un estudio top....ya no está.
Entonces no entiendo la vida, ni la muerte. Ni el misterio que nos envuelve. Pienso que cualquiera de nosotros se puede ir en cualquier momento. Y a cualquier edad. ¿Por qué no, si para allá vamos todos? ¿Por qué nosotros no vamos a partir uno de estos días también? ¿Qué nos hace de distintos? NADA
Estuvimos cinco años casados. Viajamos mucho. Discutimos, nos quisimos, nos reimos, lloramos y jugamos. Nos amamos. Teníamos nuestros propios códigos, nuestro propio vocabulario, nuestro mundo. Así como cada pareja lo tiene. Claro, las cosas no funcionaron, él hizo cosas que a mi me parecieron feas y estuve mucho tiempo enojada con él. Porque, obvio, cometió varios errores, yo también los cometí (soy muy mal genio y llevada a mis ideas) pero él se fue de la casa un día cualquiera. Y luego estuvimos tres meses saliendo, pololeando, listos para volver, queriéndonos de nuevo. Al cabo de tres meses me dijo que no podía, que no estaba preparado. Despues se puso a pololear con alguien de su oficina y yo con Felipe.
Yo con rabia. Y nunca cerramos bien nuestra relación. Últimamente nos comunicamos via mail. Harto. Porque yo necesitaba que solucionara un asunto bancario. El último mail me lo envió un día antes de su derrame. EL tema bancario se solucionó ese mismo día. Para eso era el mail. Para avisarme. La sentencia de divorcio salío dos días antes que muriera. En el último mail me había pedido su pasaporte porque viajaba a EEUU en marzo. Yo no lo había respondido aún. Tenía muchas cosas por decirle. Muchos temas pendientes. No tuve tiempo.
El día que se fue de este mundo, yo le hablé desde mi auto y le dije que se liberarar. Que se dejara ir. Que soltara. Que yo lo perdonaba. Que fuera feliz e hiciera grandes cosas adonde iba. Que seguro por eso lo llamaban. Para seguir haciendo grandes cosas y más importantes aún. Entonces, esa noche llegué a mi casa, apagué mi celular a las nueve de la noche, me tomé medio alprazolam (hace 4 días que tomo, en caso contrario no puedo dormir. nunca antes había tomado ni una aspirina pero esto me supera. no puedo) y apague la luz. Me desperté una vez esa noche y soñé con él. Al despertar me tomé la otra mitad del alprazolam y seguí durmiendo. A las diez treinta de la mañana vino una amiga y me despertó. y yo sabía para qué era. Lo sabía desde la noche anterior. Andrès habia partido.
He llorado como nunca. Hace un año 7 meses que estamos separados. Pero en rigor, hace un año 4 que terminamos todo. Que nos dejamos de ver.
Estoy en shock. Porque pese a no haber estado juntos ahora, siento una pena que me cala demasiado hondo. Que no me deja funcionar tranquila.... Que Andrés esté muerto!! Es demasiado raro como para creerlo.
Vivo en el mismo depto donde viví con él. Y me quiero cambiar. Me acuerdo de él a cada rato y ando pensando que lo veré en el sillón donde veía tele, en el living tomando una copa de vino, en la cocina, en cualquier parte. Lo siento presente en cada rincón.
Es demasiado fuerte esto para mi. Y no creo poder superarlo en mucho tiempo. Tal vez acostumbrarme a vivir con esto. Pero olvidarme, jamás.
Me pregunto dónde está. Le pregunto dónde está. Le pregunto por qué se fue. Quiero que esté bien. Y feliz. Lleno de amor.
A veces pienso que está mejor, contento en otro lado. Otras veces, incluso, hasta eso me cuestiono y pienso que quizás no hay nada más.
En todo caso, si hay algo más, debe ser mejor que esto, porque no puede haber nada peor que esta vida. Llena de cosas tragicas, sufrimientos, muertes, enfermedades, pobreza, guerras, ufff. la lista no para.
Si hay algo, por favor que sea mejor que esto, que si bien está hecho de pequeños momentos de felicidad, encuentro que es muy duro. Es muy frágil. Caminamos todos sobre cáscaras de huevo que en cualquier momento....chao pescado. te convertiste en polvo, en el caso de Andrés, o en comida para gusanos en el caso de otros.
Estoy escribiendo algo en memoria a él. Y lo publicaré aca. Porque pese a todo, yo lo queria mucho y tuve que dejar de amarlo x obligación. Yo vívi con él. y nunca pude superar bien lo de la separación. ahora esto, menos.
Recuerdo que a mi amiga Pia le pasó algo muy similar años atrás. Y yo no supe de adonde la Pía sacó fuerzas para seguir adelante. Ahora la historia se repite conmigo. Gracias, Pía por tus llamadas continuas desde Italia para darme fuerza para aprender a vivir con esto. Para salir adelante y continuar con la vida que estaba haciendo.
Como me dijiste, no se supera, pero se aprende a vivir con esta pena.
Andrés, todo mi amor para ti. Porque pese a todo lo que pasó, quiero que estés bien y tranquilo.
Cuidanos desde donde estés. Danos fuerza que la necesitamos.
Hasta siempre, APG.
El payasito que puse, lo hizo él. Estaba guardado en mi pc y lo encontré lindo para ponerlo. Tiene sus iniciales abajo, si se fijan bien, las verán.

Sometimes, life hurts so mucho, that makes you want to stop. Hide your head and let everything go through. Sometimes, life hurts so much that you want to wake up someday and believe that everything was a nightmare. Sometimes, you think that life is to much for you. Way to much.
Thurstay, january 24, my ex husband, Andrés Pacheco Gallardo, passed away. While I write this lines, I feel like crying, again. Because I just can't understand that Andres is no longer with us. A young man, 36 years old, full of life and proyects. An excelent lawyer...I can't believe that he left.
I don't understand life. And I don't understand death and the mistery that surround us. Anyone of us can leave at any minute, and any age. No matter if you are 36 or 86. Why not if all of us go to the same direction? To the same place? What makes us difference. NOTHING.
We were married for 5 years. We traveled together, laughed together, cried together. We had our owns codes, and words and we loved each other very much. Things didn't work out. He did things that I didn't like. And of course I made some mistakes (my character is not very easy..!). He left one winter morning. And I felt I was going to die. Then we dated again for 3 months. Til he say he couldn't come back with me. He was confused. Then I met Felipe and he found himself a girl at his office. We never talk again.
I was mad. Sad. With anger. We never closed our relationship. We never closed the cycle.
I had so many things left to say. So many things I didn't say. I didn't have time.
The day he left this world, I talked to him from my car. I told him to realesed himself, to let him go. To stop suffering. I told him to go. I told him that everything was ok between us, that I was going to forgive him. Then, I came to my house, turned my cell phone off, and took a pill to sleep. (I never took one of those before...). I knew what was going to happen. On the next morning, one of my friends came to my house. I knew what she was going to tell me. Andres had passed away.
I have cried a lot. I can't belive this. Andres is dead!! It has been one year and 7 months since he left. And one year and 4 months since we are apart. I can't find realiefe.
I think I will never overcome this. Never. Maybe I will get used to live with this new reality, but forget about this, no.
I wonder where he is. I asked him where he is. I asked him why he left. I want him to be in peace and full of love.
Andres, please take care of us from where you are. Please send us strength to move on with our lifes.
The clown that is in here was made by him. When we were dating.
Andres, all the love for you.

lunes, 21 de enero de 2008

A mi ex le dio un derrame

A mi ex marido le dio un derrame cerebral. Yo estaba en Concepción veraneando y me llamó una amiga para contarme. Inmediatamente llamé a su mejor amigo del trabajo y comencé a recopilar información. De cualquier manera. Después llamé a su mamá y comprendí que la situación era realmente grave. Cuando hablé con ella iba manejando. Y me estacioné en una bomba de bencina para hablar mejor. Entonces colgué, encendí el motor, me puse a manejar de nuevo y me largué a llorar con todo. No habían muchas expectativas de sobrevida, sólo se espera un milagro, me había dicho su mamá. Creo que esa fue la frase que me caló hondo. Y no pude parar de llorar en todo el día.
En la tarde me fui a la casa de mi hermana y estuve conectada al teléfono todo el día. A cada rato me caían mis lagrimones y pensaba en todo lo que no le dije, en todo lo que vivimos y en cómo una persona llena de vida, un hombre fuerte y de 36 años estaba en ese momento luchando por quedarse con nosotros, conectado a un respirador artificial y en coma.
Era volver a revivir los recuerdos, la pena y el duelo de mi separación. Simplemente no me lo podía sacar de la cabeza.
Yo nunca tomo nada para dormir. Jamás. Pero esa noche me tomé un alprazolam y logré dormirme como a las dos de la mañana. Luego de hablar con mi sicóloga por teléfono la cual me terapeó express hasta esa hora y fue la que me dijo: tómate el alprazolam!!
Por esas cosas de la vida, yo tenía una tira en mi cartera que no era mía pero que la tenía ahí desde hacía tiempo. Por suerte.
A la mañana siguiente desperté tempranito y comenzaron nuevamente los llamados telefónicos. Llamé a la clínica y me dijeron que estaba muy grave. Fue la única información que me dieron: "muy grave".
A él le vino el derrame cuando estaba almorzando. Luego le vino un paro cardio respiratorio cuando lo llevaban hacia la clínica y después el derrame no se lo podían parar. Eran muchas las venitas que le sangraban entonces no había forma de hacerle parar esta hemorragia. Lo metían a pabellón para drenarle la sangre que se le iba acumulando y luego le cauterizaban las venas pero simplemente no podían cauterizarle todas. Eso fue el día viernes. El sábado no sé porque ya no me dieron infom más precisa.
El sábado en la mañana seguí con esa angustia horrorosa que no me permitía comer nada de nada. Solo liquidos. Entonces me decidí y tomé un avión para venirme a Santiago. Llegué a las 7:30 de la tarde, Felipe me fue a buscar al aeropuerto y partimos directo a la clínica. La sensación fue rara porque yo ya no era la señora pero sí me importaba demasiado y necesitaba saber cómo estaba. Por supuesto, de punto fijo estaba la polola. Me la presentaron, la saludé educadamente pero ella no dijo nada de nada. Entonces Felipe se puso a conversar con un amigo de él y a pedirle información. Ella se paró y se fue y no nos dijo nada. Comprendí que no nos diría nada y que por ahí nunca íbamos a enterarnos de la evolución de mi ex.
Entonces fuimos a la UCI de cardiología donde está internado y nos pusimos afuera a hacer guardia esperando a el doctor. De pronto salió una enfermera y Felipe le explicó la situacion: que yo era la ex mujer y que estaba muy preocupada por él. Ella me dijo que mejor no entrara a verlo pues quedaría muy impactada y peor de como estaba por lo que yo, super cobarde, no entré.
Por supuesto que cuando la enfermera hablaba yo me puse a llorar de nuevo y con malas noticias nos fuimos para la casa. La cosa no evolucionaba y si la lesión estaba en cierta parte del cerebro, el pronostico era muy malo.
Esa noche lloré como lloré el primer día que se fue de la casa. Con mucha pena y angustia.
Felipe, el santo, me consoló.
Ayer estuve mejor. En la tarde fuimos a la clinica de nuevo. Estaba la polola pero no se acercó y nosotros tampoco a ella. A la que sí me acerqué fue a su mamá. La pobre estaba super mal, como se suponía, pero la abracé y traté de darle mucha fuerza.
El diagnóstico seguía siendo el mismo: incierto. Habia que esperar. Él seguia en coma y al parecer lo mantendran en coma inducido por muchos dias mas para que su cerebro se recupere un poco del colapso que sufrió. Luego lo despertarán de a poco para ver cuál es el daño neurologico real que sufrió que espero no sea mucho.
Anoche llamé a mi ginecólogo que trabaja en la misma clinica para que me averigue todo y me cuente la verdad. Hoy me llamará de vuelta.
Y eso. Estoy shockeada y pienso que realmente eso que la vida cambia en un segundo no es sólo una frase cliché. Es totalmente verdad.
A mi me quedaron muchas cosas x decirle y espero que pueda hcaerlo algun dia.
Este viaje cósmico donde estamos metidos que es esta vida, realmente no es una broma.

lunes, 14 de enero de 2008

PAP


Esta tarde me voy a ir a hacer un Pap. En este momento no estoy asustada, tal vez más rato sí.
La verdad estoy metida en un cuento que quiero terminar hoy y eso me tiene totalmente distraída.
Acá les pongo un reportaje que hice con respecto a este tema del Pap y que salió publicado en la revista Mujer de la Tercera hace ya más de un año.
Enjoy and learn!

Mi Pap dio positivo,
¿y ahora qué?

Al comienzo, la noticia puede parecer devastadora. Ante este panorama, el mejor consejo es no alarmarse demasiado. No vale la pena. En la gran mayoría de los casos las lesiones encontradas en este examen son de fácil tratamiento. La gracia del Pap está en encontrarlas antes que se conviertan en cáncer propiamente tal. Por eso, su vital importancia. A mí me pasó y esta es mi historia.

Me subí al auto con la absoluta convicción que todo estaba bien. No podía ser de otro modo. Me habían advertido que si el examen salía malo, no dudaban en llamarte para que te cuadraras de inmediato en la consulta del doctor. No puedo negarlo: durante una semana me preocupé cada vez que sonaba el teléfono pensando que seria la gente del laboratorio. Sin embargo, el tiempo pasó, nadie llamó y yo me relajé. Ese día almorcé sushi con una amiga. Recuerdo que fue sushi pues fue la última comida que pude ingerir en ese apacible estado de tranquilidad y armonía que cuando lo pierdes piensas con nostalgia si algún día lo podrás volver a recuperar. Luego de aquel almuerzo vendrían días de comidas inconclusas, ausencia parcial de hambre y un par de kilos menos. Cuando de crisis se trata, mi sistema nervioso siempre juega en mi contra.
Considerando que tenía un rato libre en la tarde y que ya habían pasado unas cuantas semanas, decidí que ya era hora de ir a buscar el resultado de mi Pap. A esas alturas un mero trámite sin demasiada importancia. Un escollo que superaba con éxito en mis propósitos para convertirme en mamá. Exámenes limpios, sinónimo de luz verde para embarazarme con tranquilidad. Con bastante vergüenza y una cuota no menor de irresponsabilidad, confieso que este Pap era el primero que me realizaba en mis treinta y tres años de vida. Interrogando después a otras mujeres de edad símil a la mía, he podido descubrir con bastante sorpresa que, lejos de haber sido la única, son varias las que, igual de inconscientes que yo, jamás se lo han hecho. Sorprendente. Ahora lo sé. Indagando un poco más sobre los motivos de aquel atentado contra uno misma, descubro que las razones son casi las mismas que las que tuve yo en su momento: un temor casi patológico de ir al ginecólogo y, peor aún, que te descubran una enfermedad muy, muy grave. Una vez más, sorprendente. Yo fui porque no me quedaba otra. Si quería ser mamá, no podía pretender que una cigüeña viniera a entregarme la guagua a la puerta de mi casa. Claro, la idea no deja de ser bastante atractiva. Escribir a París y tiempo después, recibir a un crío adentro de un canastito. Pero las cosas, claramente, no funcionaban así, por lo que, con todo mi pesar y mis miedos, fui.

Malas noticias

Como es costumbre, me entregaron el resultado en un sobre, el cual, no sé por qué, no quise abrir hasta que me subí al auto. Me imagino que quería estar sola para leer lo que aquel pedazo de papel tenia que contarme. Con el motor andando, y todavía estacionada en el mismo lugar, sentí cómo me suspendía en el aire, en una dimensión hasta entonces desconocida para mí. La dimensión de un miedo tan fuerte que te llega a paralizar por fracción de segundos, de incertidumbre por no saber qué es lo que tienes, qué te va pasar. Inevitablemente, la palabra cáncer se te viene a la cabeza.
De inmediato llamé a mi ginecólogo, y le leí el resultado de mi Pap: presencia de células anormales concordantes con lesión de alto grado (NIE II ó NIE III). Se sugiere colposcopía y biopsia. Cuarenta minutos después, acompañada de mi marido, el doctor nos explicaba, lo que aquello, que para mí parecía chino, podía llegar a significar. Digo podía, porque, mientras no me hiciera los exámenes de rigor, nada estaba demasiado claro. Debía derivarme a un médico especialista en ginecología oncológica. La palabra oncólogo ya me ponía los pelos de punta. Esa noche, de más está decirlo, apenas pude dormir.
Mi intención siempre fue salir rápido de esto, por lo que sin pensarlo dos veces, al día siguiente me presenté puntual y sumamente nerviosa, en la consulta del doctor Alberto Selman Ginecólogo Oncólogo de Clínica las Condes, el especialista encargado de realizarme la colposcopía. En palabras simples, el colposcopio es una especie de lupa que permite ver en detalle y de manera integra el cuello del útero, y las posibles lesiones que ahí se pueden encontrar. Una vez que el médico encuentra estas lesiones sospechosas, procede a tomar muestras de ellas, o sea, la famosa biopsia. El proceso en total dura unos treinta minutos, no duele, pero sí resulta un poco incómodo, como es de suponer.
Una semana tuve que esperar el resultado de la biopsia. Si bien mi nuevo doctor procuró mantenerme tranquila señalándome que lo mío, lo más seguro, no se trataba de cáncer si no que de lesiones premalignas o precancerosas llamadas neoplasia intraepitelial (NIE) o displasia cervical- esto es el desarrollo de células anormales en la capa epitelial, es decir, en la superficie del cuello del útero, lo cual en la mayoría de los casos se produce por la presencia del virus Papiloma Humano- yo no pude estar tranquila hasta el día que me entregaron la biopsia donde se confirmó que tenía una displasia de alto grado o NIE II.
Eran tres los tratamientos a los cuales podía optar debido a mi condición. Junto al doctor Selman y su infinita paciencia y serenidad para contestar una y otra vez mis dudas, las cuales no eran pocas, analizamos cada uno de ellos: la crioterapia, donde a través de la utilización de nitrógeno líquido se congelan las áreas dañadas. El tratamiento con láser, que es el uso de un rayo de luz intensa para destruir las células anormales, y por último un procedimiento que se llama cono LEEP (procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa) o conización del cuello del útero. Mientras la primera de las alternativas se lleva a cabo en la consulta del ginecólogo, las dos últimas se realizan en pabellón, con anestesia local regional o general dependiendo de las preferencias del equipo médico y del paciente; por lo general el procedimiento es de carácter ambulatorio. La conizacion cervical, es un proceso rápido que, como la colposcopía, no dura más de treinta minutos. Durante el cual el médico extrae en forma de cono el tejido dañado con un margen de tejido sano alrededor de la zona enferma, usando corriente eléctrica pasada a través de un arco de alambre delgado para cortar. Además de sacar el área lesionada de manera íntegra, ésta se manda posteriormente a biopsia, lo cual hace del LEEP el mejor tratamiento y diagnóstico para displasias de alto riesgo y fue el procedimiento que, con las directrices de mi doctor, escogimos.

Totalmente curada
Si yo hubiese seguido con mi actitud irresponsable de no hacerme la prueba del Pap, distinto final hubiera tenido esta historia. Si bien es cierto que no todas las displasias cervicales terminan en un cáncer, muchas de ellas, y sobre todo las de alto riesgo, sí lo hacen. Es un proceso lento y silencioso. Estas lesiones premalignas no producen síntoma alguno, la única posibilidad de revelarlas a tiempo es a través del análisis de células presentes en el cuello del útero. Es por esta razón que, sin exagerar, el Pap es de vital importancia para descubrir de esta manera células anormales antes que se transformen en cáncer. Toda mujer mayor de dieciocho años o que haya empezado su vida sexual, debe hacerse este examen una vez al año. No hay excusas que valgan.
La cirugía que me realizaron resultó todo un éxito. La biopsia confirmó los mismos resultados que antes habíamos tenido. No me voy a hacer la valiente ahora ni voy a negar que al entrar a pabellón mi nivel de nerviosismo era tal que no podía articular palabra alguna, ni tampoco dejar de tiritar. Nunca me habían operado. La experiencia me resultaba, en gran medida, escalofriante. Me daba susto la anestesia y no despertar más. Claro, mis miedos fueron infundados. Una hora después desperté sin problemas, no sentía dolor y lista para descansar. Todo había pasado. Las lesiones precancerosas que tenía en el cuello del útero ya eran historia. Podía estar tranquila y agradecer la suerte que tuve. Los días posteriores a la cirugía experimenté un leve sangrado, el cual es absolutamente normal. Después de alrededor de una semana, dependiendo de la persona, por supuesto, cesa. Lo importante es que ahora estoy sana y dentro de unos tres meses aproximadamente podré volver a pensar en embarazarme.
El hecho de que me hayan descubierto aquellos tejidos anormales podía equipararse a haberme ganado el número de la Lotería. Dentro del próximo año debo controlarme cada seis meses para verificar que estas lesiones no vuelvan a aparecer, luego el control se hace anual. Y si volvieran, ya sé que no es el final del mundo. El proceso es tedioso, pero se sobrevive. Lo importante es no dejarse estar para que las lesiones no se transformen en cáncer propiamente tal. Cuando éste se presenta es cuando las células anormales han sobrepasado la capa epitelial superficial del cuello del útero (han invadido el tejido subyacente atravesando la membrana basal de este epitelio). Es importante destacar que en algunos casos los resultados del Pap no son cien por ciento precisos. Un resultado falso positivo, por ejemplo, ocurre cuando a una paciente se le dice que tiene células sospechosas de malignidad cuando en realidad no lo son. Por otro lado, un resultado falso negativo detecta sólo la presencia de células normales cuando la verdad es que existe una lesión. Es por esta razón que se recomienda el Pap anual para aumentar la sensibilidad del examen y de esta manera reducir los resultados falsos negativos.


Silencioso virus
Generalmente la presencia de displasia cervical así como el cáncer del cuello del útero, es generado por la existencia del Virus de Papiloma Humano (VPH), un grupo de más de setenta genotipos de virus, los cuales se transmiten casi siempre sexualmente (incluso con el uso de preservativo) y puede ser absolutamente asintomático. Las cifras señalan que un cuarenta por ciento de la población joven es portadora, pero sólo en un pequeño porcentaje de ella llega a manifestarse de manera clínica, para lo cual puede tomar años en hacerlo. Esto va en estrecha relación con la respuesta inmunológica de cada organismo, es por eso que, una baja de defensas, puede desencadenar el brote de este virus. Algunos causan verrugas o papilomas (tumores benignos) y otros están relacionados al desarrollo de lesiones premalignas y malignas de los órganos genitales externos. Actualmente se están estudiando vacunas para prevenir las lesiones precancerosas y cancerosas vinculadas a algunos genotipos de estos virus. Mientras tanto, lo único que se puede hacer es educar a la población expuesta a prevenir el contagio viral a través de conductas sexuales responsables. Además, promover campañas de detección precoz en controles preventivos de salud y toma de un simple examen como es el Pap.


Recomendaciones:
- No entrar en estado de pánico. Ante un resultado de Pap positivo lo peor es desesperarse antes de tiempo. Las displasias, en cualquiera de sus formas, sea ésta NIE I, II, III o carcinoma in situ (cáncer limitado a la capa superficial de células que reviste el cérvix), son de tratamiento bastante simple y eficaz. Incluso en las lesiones muy iniciales, muchas veces se opta sólo por la observación y seguimiento riguroso del paciente. Si después de un tiempo prudente la lesión persiste o progresa, se procederá a tratarla, sin embargo, muchas veces desaparece por si sola.
- Tratándose de estos casos, donde uno se encuentra desorientada, vulnerable y con una cuota importante de incertidumbre, es muy importante buscar un especialista que, además de destacar como excelente médico, sea un ser humano que entregue confianza, seguridad y mucha calidez. Es necesario crear una buena empatía con él. No se debe tener vergüenza en preguntar todas las dudas que vayan surgiendo, por muy tontas que parezcan.
- No indagar demasiado sobre el tema. Si se busca en Internet, hacerlo sólo en sitios serios y oficiales. Es mucha la sobrecarga de información. Al final confunde aún más. En definitiva, lo mejor es quedarse con lo que dice el médico de uno. Tampoco es conveniente escuchar demasiado lo que dicen los amigos, parientes y conocidos. Cada uno cuenta una historia distinta con lo que, nuevamente, confunden y nos dejan peor.
- Como en todo orden de cosas, tratar siempre de mantener una mentalidad positiva y confianza en que todo va a salir bien. Nada es tan malo como parece, sobre todo cuando hablamos de lesiones premalignas e incluso cuando el cáncer está presente. Recordar, por último, que si todas las mujeres se realizaran el Pap con la regularidad que requiere, la mayoría de estas lesiones precancerosas se descubrirían y tratarían a tiempo, evitando así el desarrollo de un cáncer invasor.

jueves, 10 de enero de 2008

Mi libro en la librería


Hoy fui a la libreria Antártica para comprar un libro, obviamente.
Entonces voy yo entrando cuando de pronto me topo con mi libro en el módulo de novedades. Muchos libros de distintos autores y ahí el mío. No lo podía creer. Es muy rara la sensación de encontrarse con la obra de uno en una librería. Como que me daba verguenza y orgullo al verlo ahi muy instalado.
Me paré frente a los libros mios que estaba poniendo el vendedor. Nuevitos. Recién salidos del horno. Entonces el vendedor, todo curioso él, agarra mi libro y empieza a hojearlo. Yo al lado lo espiaba disimuladamente. Y el vendedor vamos hojeándolo con total interés y empieza a leer mi cuento y luego se va a la contratapa para ver quién lo escribió!
Entonces me acerco y le digo: le parece conocida esa cara?
Y él mira la foto y luego mi mira a mí y luego la foto de nuevo y me dice: eres tú!!!
Y yo: siiiiii, soy yo. Déjelo ahí en primer lugar!
Fue una sensación bastante rara para ser franca. Media pudorosa.
En definitiva caminé para otra dirección y el vendedor se quedó largo rato con mi libro en la mano.
Luego salí de la librería sin haber comprada nada porque en ese momento no me podía concentrar para escoger un buen título.

miércoles, 9 de enero de 2008

DIA DE PREMIACION




Ayer fue un día movido.
Al mediodía tuve un almuerzo y conferencia de prensa con la Nicole Krauss. Me acerqué a ella, la saludé y conversamos harto rato. Incluso nos sentamos al lado durante al almuerzo.
La verdad es que llegué bastante nerviosa porque no conocía a nadie. Sin embargo, la gente se fue acercando a mí y me felicitaban. Poco a poco me presentaron a más personas hasta que no paré de conversar. El Team Paula se portó magnífico porque ellas fueron las que me presentaron a todo el mundo y no me dejaron sola.
Conversé con Rafael Gumucio y su señora, ambos muy simpáticos. Así como la Andrea Jeftanovic, Marco Antonio de la Parra, y las periodistas de la revista. El almuerzo fue muy relajado y me quedé hasta el final.
Después, a las 7:30 de la tarde fue la premiación en la Universidad Finnis Terrae. Parimos en auto con Felipe y mi hermana. Metidos en un taco horroroso en Providencia pensé que no íbamos a llegar. Hasta que llegamos y nos sentamos en una fila atrás. Yo no había visto el libro. Fue raro verlo y verme a mi en la contratapa. Ver mi biografía. Guau! No lo podía creer. Entonces me saqué fotos con el libro y sentía que esa era MI noche.
Estaba el jurado en pleno: la Carola Díaz, Rafa Gumucio, Nicole Krauss, Roberto Brodsky. Además de la editora de la revista. Todos hablaron de mi cuento y dijeron que por unanimidad lo habían escogido como ganador. Sin duda alguna. Entonces Felipe me decía al oido: creete la muerte...
Después mi cuñado me dijo: Yo creo que tú no captas la dimensión de esto..
Y yo nerviosa porque ya me tocaba hablar. A capela. Improvisar. Sin discurso. Sin nada.
Hasta que entregaron los premios de menor a mayor y llegó mi turno. La Nicole Krauss me pasó el mío y nos retrataron varias veces. Nunca me habían sacado tantas fotos como ayer.
De ahí me senté en "el podio" y micrófono en mano me largué a hablar. Y dije que yo escribía hacia mucho tiempo y que para darme a conocer habia decidido participar en concursos. Y participé en el primero y gané! Luego hablé de Felipe y de su historia y la inspiración que me habia dado para escribir ese cuento. Finalmente le dediqué el cuento a él y a sus hermanos fallecidos.
El libro ya está en las librerias y se llama "Cuestion de genetica". PRegunten por él y comprenlo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

domingo, 6 de enero de 2008

CUMPLEAÑOS




Hoy seis de enero es mi cumpleaños.
Siento que el tiempo pasa demasiado pero demasiado rápido y por esa razón también siento que hay que hacer las cosas pronto porque antes que me de cuenta voy a estar celebrando mi cumpleaños número 36!
Anoche celebré con mis amigos y hoy con mi hermana y sobrinitas. Más Felipe y la Clau y Juan Carlos que vinieron a almorzar.
Este martes tengo la premiación del concurso de cuentos. El viernes me llamaron para avisarme que tenía que decir "algunas palabras". Nada muy preparado. Lo que me salga en el momento.
Al mediodía me invitaron a una conferencia de prensa con Nicole Krauss y a un almuerzo con ella y escritores.
Esto empezando bien este nuevo año de vida. Haciendo lo que me gusta y estando con la gente que más quiero.
Este año también quisiera publicar un libro con cuentos y trabajar en un novela. El libro de cuentos va super avanzado, pero le queda todavía un tiempo de maduración.No quiero apurarme.
Ahora voy a la piscina con mis sobrinas porque hace muchisimo calor en Santiago. El teclado de este computador está hirviendo y mi departamento parece sauna. Claro que no me quejo porque a mí el calor me encanta.
Ah! y mi viaje a Concepción, la Navidad y el año nuevo estuvieron buenísimos. En compañia de Felipe y mi familia.
La conjugación perfecta para estar bien!