viernes, 4 de julio de 2008

buenas noticias

Rescataron a Ingrid Betancourt. Me emocioné harto. Casi lloré. Tal vez son las hormonas. O tal vez es la pura y simple emoción de haber presenciado algo que, a ratos, pensé que ya no pasaría.
Esta semana, también, volvió mi amiga Marce a escribir en su blog.
Dos grandes razones para alegrarme en estos fríos días de invierno chileno.
Saludos, Marce.
Grande Ingrid. Tu fuerza me da fuerza a mi para darle pa'delante.
Me dan ganas de llorar de nuevo. Son las hormonas. Seguro que sí.