Mi inspiración

El fin de semana salí en la revista Paula. Fue raro. Fue raro verme ahí, a página entera. Casi podría decir que me dio vergüenza. Pero bueno, si me quiero dedicar a esto, supongo que tengo que considerarlo como algo normal. Y claro, ojalá se repita y no sea la última vez que aparezco en alguna parte!
Mucha gente me ha preguntado de qué se trata el cuento ganador. En la entrevista salia: se trata de dos hermanos. Uno enfermo de distrofia muscular y el otro sano. El sano cuida al enfermo y dedica su vida a él. Al final, el hermano enfermo muere.
Yo quiero agradecer a Felipe. Sí, a Felipe. Porque el cuento está dedicado a él y a su hermano Lucho.
Felipe cuidó por años y años a su hermano. Lo cuidó tanto que se postergó él. Yo no estoy acá para decir si esto es bueno o malo. La verdad es que no es mi derecho hacerlo. Lo que sí puedo decir es que conozco a pocas personas que sean tan buenas como mi Felipe. Pocas personas con ese corazón inmenso, dispuesto a dar, incluso en situaciones tan extremas como la que le tocó vivir.
Lucho murió a los 43. Hace ya seis años atrás. Felipe lo recuerda siempre y siempre también me ha contado historias de él y por eso yo, escribí esa historia.
Felipe se transformó en el pilar de Lucho, en su médico personal, en todo. Fueron muchos años juntos, por eso Felipe ahora es mi propio médico. Sabe tanto de medicina que me sorprende. Sabe tanto de todo. Tiene una sensibilidad única. Es un ecologista que lucha todos los días por sus causas: las ballenas en Japón, las focas en Canadá, los árboles que cortan en Santiago, la contaminación. Felipe lucha contra el plástico, ama los animales, cualquiera que éste sea. Él no hace diferencia alguna. Felipe lee mis cuentos y me los corrige con un ojo que hasta el mejor editor se lo quisiera. Felipe adora a mis sobrinas tanto como las adoro yo. Le encanta ir a Concepción y le encanta la naturaleza así como a mí.
Felipe no es millonario ni conduce un auto último modelo. Pero lo adoro. Felipe está empezando con su propia empresa de exportación de frutos secos. Lleva un año en eso y lo ha hecho fantásticamente bien.
Cuando tengamos niños pienso que va a ser un papá tan, pero tan bueno, qeu sólo pensarlo me enternece.
Felipe es mi inspiración y gracias a él escribí ese cuento y gracias a él gané. Y ojo, la realidad siempre supera a la ficción:
Felipe no sólo tuvo un hermano que murió de distrofia muscular. Felipe tuvo dos. Lucho y Pampi (Juan Pablo). Este último murió primero. A los 23. Mucho tiempo después murió el Lucho. Y la historia está basada en él. Aunque claro, mucho de lo que escribí lo inventé. Casi todo realmente. Pero rescaté la fuerza, el amor incondicional, la entrega de Felipe y eso fue lo que plasmé en el papel y a él le dedico este premio.
Gracias Felipón por haber aparecido en mi vida. Y gracias ex por haberte ido y haberme dado esta gran oportunidad de haber conocido a este gran pero gran hombre.