lunes, 1 de septiembre de 2008

desapego

Estuve en Concepción visitando a la familia y especialmente a las maravillas. Me tocaron dias de lluvia. Y cuando digo lluvia, creanme que fue asi: una lluvia intensa que, reconzco, me asustó. Es que realmente llovía como nunca. Casi se me cae el techo de tanta agua que golpeteaba sin parar. Pero a mi me encanta la lluvia. Me encanta el olor a tierra mojada. A pasto, a bosque que sólo allá puedo encontrar.
Los días en el sur, como siempre, se me pasaron volando. Mi maravilla mayor me abrazaba y me decía que no me volviera a Santiago. Que me qeudara un poco más. Y me quedé un poco más: cambié mi pasaje y en vez de regresar el jueves, regresé el sábado. Las maravillas están deliciosas. Para comerselas. Cómo las extraño cuando me voy. Me toma un par de días acostumbrarme a estar sin ellas.
Ya quiero volver. Ahora con mi F. A él le encanta ir a Concepción. Le encanta el campo y armar huertas. Comprar semillas. Podar las plantas. Rescatar a las abejitas de la piscina y hacer pebre con mucha cebolla.
Lo cierto es que ahora que estoy de vuelta en Santiago, he pensado mucho en el tema del desapego. Y creo que es algo que tengo que trabajar. Porque me cuesta mucho. Me cuesta, extraño y sufro. Siempre me ha pasado. Cuando viví en EEUU lo pasé increíble. Tuve amigas que hasta el día de hoy son mis mejores amigas. Viajé. Me metí en cuanta actividad encontré. Hice clases de español, cuide niños que eran unos monstruos, hice de chofer. Hice trabajos voluntarios para niños latinos que venian llegando a EEUU y me enamoré de uno gordito que se llamaba Alfredo y que no entendía ni jota de inglés. De español, más o menos no más.
Lo hubiera metido a la maleta y me lo hubiera traido conmigo.
Pero, a pesar de todo, extrañé. Será normal?
Cuando llegué a instalarme a Santiago, me costó un tiempo acostumbrarme a estar acá. Hasta que me acostumbré. Porque al final uno siempre se acostumbra. A menos que me vaya a vivir a Dubai, allá será más dificil o no?
En fin, así y todo, estoy traumada con el tema de la partida. De la muerte. Me trauma pensar que en cualquier minuto alguien que quiero ya no va a estar más acá. En este plano. Y me viene el pánico. Entonces, en ese momento de pánico, me voy derecho a leer mi libro de cabecera: el libro tibetano de la vida y de la muerte que tan atinadamente me lo regaló mi F en enero de este año. Y lo leo y lo leo y lo re leo. Tengo que encontrar una respuesta a tanta pregunta que tengo. Ahí la encuentro. Y me tranquilizo por un rato.
Después leo el diario y veo que nueve niñitas de 15 años se mataron en el norte en un accidente en bus. Y pienso en mis maravillas. Y pienso en mi hermana. Y pienso en la gente que quiero. Y me da terror. Pienso, también en la gente que ha partido, y me trauma también eso pues hay partidas que aún no me las creo.
Por lo que, nuevamente, entierro mi cabeza en mi libro. Y leo la parte del desapego. Y sé que lo tengo que practicar. Ya que pendemos de un hilo tan fino que en cualquier momento se puede cortar.
Y me repito esta frase una y otra vez: somos seres espirituales viviendo experiencias terrenales. Por un ratito no más.

4 comentarios:

Lulu Murillo dijo...

Yo particularmente pienso que no hay que desapegarse, guateverdatmins, más bien vivir la cercanía y la lejanía física de las personas en su momento. La experiencia de perder a un ser querido por muerte no es nada placentera, pero como tal hay que vivirla y sobrellevarla... cada cosa en su momento...
Amiga, sabes de mis pérdidas, sé de las tuyas y de los temores de ambas, pero cada cosa forma parte importante de nuestro paso por este planeta.
Besotes!

tia elsa dijo...

La idea de la muerte, de no ver más a los seres que amamos es dura de asimilar, pero es la vida así, trata de pensar en positivo,¿porqué atraer malos pensamientos? Todos un día vamos a partir, pero no ganamos nada pensando en ello, disfruta el día a día, porque cada día trae su propio pesar, no hay que añadir más tristeza, sé feliz tienes tanto por vivir, es mi deseo para ti, con todo afecto tía Elsa

clauarroyo dijo...

Este tema ha sido muy recurrente durante la semana pasada fallecieron dos amigos de infancia, cuando me avisaron del primero inmediatamente me acordé de ti y de lo que te pasó. Creo que todo lo que te sucede es absolutamente normal y más que nunca hoy empatizo contigo.

Saludos.

La Decapitada dijo...

Constanza
lo del norte nos dejo a todos lelos, yo rezo todos los dias por ese mismo temor que es el tuyo y el de todos.
Fe, nada mas, fe.